La ley de la selva sigue instaurada en la Cartuja en lo que aparcar se refiere. Ni las campañas informativas, nueva señalización vertical y bolardos ni incluso las más de 2.300 nuevas plazas de aparcamientos gratuitas inauguradas a finales de agosto han conseguido erradicar el aparcamiento indiscriminado en una zona de la ciudad con numerosos problema de movilidad y donde la carencia de plazas de parking siempre ha sido un problema para los numerosos trabajadores, estudiantes o personas que acuden allí a diario.
Las cuatro parcelas alineadas entre sí que separan el parque científico y tecnológico de la Cartuja de la Avenida Carlos III, cedidas por la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía (AVRA) al Ayuntamiento para su uso provisional como estacionamiento en superficie funcionan ya de manera gratuita y con un horario (de 07.00 a 22.00 horas) suficientemente amplio para abastecer a más de 2.300 vehículos. Además, las bolsas de aparcamiento se encuentran en una zona bastante cercana a la mayoría de las empresas de Cartuja por lo que aparcar e ir andando hasta el trabajo puede suponer tan sólo algo más de cinco minutos... diez en los casos más extremos. Pero la cultura cómoda de salir de casa y aparcar en la puerta del trabajo impera estos primeros días aún sobre la lógica, amén del desconocimiento de muchos de los usuarios de la existencia de estas nuevas plazas a pesar del empeño de las empresas de informar a sus trabajadores de la apertura. Las empresas llevan semanas enviando circulares y notas internas (y aún continúan durante estos días) avisando de los nuevos cambios y de la lanzadera de Tussam que comenzará a funcionar el próximo lunes y que unirá la estación de metro de Blas Infante con la Cartuja.
La estampa de este mismo martes era toda una oda al anarquismo del estacionamiento y al descontrol. En las imágenes que ilustran esta información tomadas y cedidas por la asociación ciudadana sevillasemueve se pueden observar coches encima de las aceras, aparcados en espacios reservados para peatones o incluso para minusválidos y parte de las nuevas bolsas de parking de Carlos III medio vacías. Los comentarios en las redes sociales Facebook y Twitter sobre los nuevos aparcamientos podrían llegar a entrar en la categoría de preocupantes: personas que rechazan aparcar en estas nuevas bolsas debajo de los árboles porque se les ensucian los coches. Había hasta usuarios que pedían la zona azul para Cartuja para solucionar la problemática.
Cuidado con las multas
"A partir de ahora ya no vale todo", señaló ayer bien alto y claro la primera teniente de alcalde y delegada de Economía y Comercio, Carmen Castreño, después de inaugurar las nuevas plazas de aparcamiento en Cartuja. Es decir, que dónde antes se pasaba más la mano y se hacía la vista gorda ahora se va a empezar a multar. Así lo anunció Castreño tras señalar que la Policía va a reforzar su trabajo en la zona por lo que más les vale a los usuarios de darse por enterados de las normas o podrían ser sancionados.