Tener un trabajo remunerado no garantiza salir de la pobreza, al menos en Sevilla y su provincia, ya que conforme al criterio estadístico vigente en Europa el 56,21% de los asalariados sevillanos gana anualmente menos que la cantidad que técnicamente separa a los pobres de quienes no lo son, según revela el informe “Coyuntura socioeconómica de la provincia de Sevilla”, presentado el pasado fin de semana por el secretario provincial de CCOO, Alfonso Vidán.
La Oficina Estadística de la Unión Europea, el Eurostat, fija el umbral de la pobreza en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. El dato varía cada año porque depende del conjunto de los ingresos de la población. Así, el umbral de la pobreza para un hogar compuesto por dos adultos y dos niños se fijó en 18.402 euros/anuales en el año 2009, pero en 2013, en plena crisis económica, se rebajó a 16.719 euros, con lo cual quien siguiera ganando los citados 18.402 euros podía verse paradójicamente calificado como pobre en 2009 pero no un cuatrienio después. En el caso de los hogares unipersonales, el umbral de la pobreza se situó en 8.900 euros/año en 2009 y en 8.100 cuatro años más tarde.
CCOO, en el capítulo sobre salarios en la provincia de Sevilla dentro de su informe, ha tomado como referencia los datos de 2014, últimos facilitados por la Agencia Tributaria española. La estadística es desoladora desde todos los puntos de vista.
Se pone de manifiesto que desde el estallido de la crisis (2008) hasta 2014 el número de sevillanos que trabajaban y cobraban un sueldo que llevar a casa a fin de mes pasó de 819.309 a 729.460, es decir 89.849 menos.
Salario mínimo
En 2014, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) vigente era de 645,3 euros mensuales, lo que debía suponer 7.743 euros al año. La central sindical ha ido poniendo las rentas del trabajo declaradas por los sevillanos en relación con el SMI para comprobar en qué proporción están por debajo, lo igualan o lo superan.
El ejercicio comparativo demuestra que 227.235 trabajadores sevillanos (el 31,15% del total de asalariados) percibían un salario medio anual de tan sólo 1.778 euros, por lo que debían vivir, tanto si su hogar era unipersonal como si respondía al modelo de familia con dos hijos, con 4,87 euros al día. Esos 1.778 euros anuales equivalentes eran menos de la cuarta parte de lo que habría supuesto cobrar el SMI en el conjunto del año: 7.743 euros.
A ese número de asalariados habría que sumar otros 99.007 que cobraban anualmente menos que el global del SMI por entonces, con una media de 6.644 euros (el SMI tampoco es que haya subido en exceso, ya que ha pasado de 645,3 euros/mes en 2014 a 648,6 en 2015 y a 655,20 en el actual año 2016).
Por tanto, casi la mitad de los trabajadores activos de Sevilla y su provincia (326.242, que suponen el 44,72%) perciben un sueldo inferior al SMI, tanto si se toma como referencia el de 2014 como el ahora vigente.
Y si la referencia es el indicador de pobreza europeo del Eurostat, fijado en 16.179 euros para el año 2013, habría 410.070 asalariados sevillanos por debajo del umbral de pobreza porque percibían hasta un máximo, en el mejor de los casos, de 15.737 euros/año. Este número supone el 56,21% de los asalariados. Dicho de otro modo, el trabajo remunerado sólo le garantiza salir de la pobreza al 44% de los sevillanos, menos de la mitad de los que trabajan.
En el lado contrario, en el vértice de la pirámide, hay 27.639 sevillanos que cobran más de 53.000 euros al año (entre cinco y siete veces y media el SMI); 6.387 que ganan más de 76.000 euros/año, y no llegan a 3.000 (2.959) los que superan los 143.000 euros (más de diez veces el Salario Mínimo Interprofesional para el conjunto del ejercicio).