El juez de Instrucción número 4 de Sevilla, Francisco de Asís Molina, ha ordenado a la Policía Nacional que realice una nueva búsqueda del cuerpo de la joven Marta del Castillo en una zona del río Guadalquivir que todavía no ha sido rastreada, y que estaría situada en la dársena del río, en las inmediaciones del antiguo club de remo de Lipasam, entre el puente del Cachorro y la pasarela de la Cartuja.
En un auto fechado este mismo martes día 7 de febrero, al que ha tenido acceso Europa Press, el juez ordena a la Policía Judicial, "con los medios que el Cuerpo Nacional de Policía considere necesarios, la inspección del tramo del río en el que se localizan los focos o puntos de interés" en el informe aportado por el padre de Marta, Antonio del Castillo, "para la búsqueda y localización del cuerpo de la víctima".
La búsqueda ordenada por el juez en su último día al frente del Juzgado de Instrucción número 4 antes de tomar posesión de la plaza que ha obtenido en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Sevilla, será realizada por agentes del Grupo Especial de Operaciones (GEO), que ya están preparados para actuar, mientras que el inicio de la búsqueda dependerá de las condiciones climatológicas existentes.
Hay que recordar que, el día 1 de diciembre de 2016, el padre de la joven entregó en el Juzgado un nuevo informe que sostiene que el asesino confeso, Miguel Carcaño, podría haber arrojado el cuerpo de la joven a una zona del río Guadalquivir donde no se ha buscado a su hija con anterioridad.
De este modo, y a partir de una información aportada por un ciudadano anónimo, el geofísico Luis Avial --que buscó a Marta en la zona de Majaloba con un georradar-- y un criminólogo han realizado un estudio en la dársena del Guadalquivir para lo que han empleado una especie de sonar o radar submarino de los utilizados para detectar los pecios y cuyos resultados apuntan la posibilidad de que existan restos humanos en la zona.
El juez explica en el auto que la pieza separada para la búsqueda del cuerpo se abrió con el objetivo de acordar en su seno "cuantas diligencias fueran necesarias para agotar la investigación de todas las hipótesis, por remotas que sean, capaces de arrojar luz acerca del paradero del cuerpo de la menor".
"HIPÓTESIS" Y "CONJETURAS"
Al hilo de ello, resalta que, desde el inicio de la investigación, los agentes de la Policía "han ido agotando la investigación de todas y cada una de las hipótesis --hasta de las conjeturas-- planteadas en sede policial o por orden judicial, a través de un perseverante alarde de esfuerzo, entrega profesional y abnegada dedicación de todos y cada uno" de los funcionarios de los distintos grupos policiales.
"Existe en la causa principal, y en esta pieza separada, buena constancia de ese ingente trabajo policial y, por más que su resultado no se haya visto recompensado con la localización del cuerpo de la menor, no deben dudar los familiares de la víctima de que sigue y seguirá firme y constante en pos de ese objetivo bajo la supervisión y control judicial", destaca el instructor.
Una vez hechas estas reflexiones, el magistrado explica que "nos encontramos ante una línea de trabajo" planteada "directamente" por el padre de Marta del Castillo, quien aporta un informe "para respaldar una posible localización del cuerpo de su hija".
UNOS PADRES "DESTROZADOS"
"A raíz del mismo, por más que reconozcamos que cualquier actuación estaría amparada siempre por el natural anhelo y esperanza de encontrar a su hija por parte de unos padres destrozados por el sufrimiento, es responsabilidad del Juzgado actuar con rigor al valorar la existencia de fundamentos capaces de provocar actuaciones concretas, como también para determinar su dimensión o alcance", explica el juez.
En esta línea, y "en cumplimiento de esa responsabilidad", el juez precisa que, con carácter previo a resolver, ordenó una investigación policial sobre la hipótesis de trabajo sugerida y los presupuestos que la sustentan.
El juez dice que, una vez recabado un informe del Instituto de Medicina Legal (IML) de Sevilla sobre el estado en que se encontraría en la actualidad un cuerpo, con las características del de la víctima, arrojado a la dársena del río Guadalquivir hace ocho años, y a la vista del informe final de la Policía, "es evidente que no podemos descartar, como hipótesis de trabajo, que algunos 'puntos sensibles' recogidos en el informe aportado por Antonio del Castillo puedan, potencialmente, corresponderse con restos óseos humanos".
Ante esta conclusión, "no es necesario descender a valorar el mayor o menor sustento objetivo de la suposición que defiende" el informe aportado por el padre de la víctima acerca del punto exacto en el que podría haber sido arrojado el cuerpo al río Guadalquivir, "cuestión esta muy bien estudiada en el informe policial". "Se trata de una conjetura más de tantas que podríamos hacer y no rechazar al desconocer la suerte o destino del cuerpo", afirma.
El juez concluye diciendo que "al existir unos focos o puntos sensibles para el objetivo propuesto es preciso poner en marcha un dispositivo policial para realizar la inspección del lecho del río en ese tramo, siempre sin perjuicio de que la Policía Judicial ponga de manifiesto al Juzgado cualquier condicionante a la ejecución del mandato judicial".
El juez pide a la Policía que informe al Juzgado del resultado de la búsqueda.