Agentes de la Policía Local de Sevilla, tras una inspección conjunta con una inspectora veterinaria del Servicio de Consumo, han procedido a la suspensión cautelar de la actividad en un restaurante de comida oriental, ubicado en la Avenida de Andalucía, tras detectar varias infracciones "muy graves".
La inspección tuvo como origen un informe de la Unidad Nocturna de la Policía Local, en el que se denunciaba la posibilidad de que el establecimiento no reuniese las condiciones higiénico-sanitarias.
En la inspección se encontraron gran cantidad de alimentos en contacto con el suelo, tanto congelados como verduras fresca o salsas, localizados en la cocina y en los almacenes, además de muchísima grasa y suciedad acumulada tanto en suelo y paredes.
Los agentes comprobaron como el calentador de agua estaba inutilizado. El lavado de platos lo estaban realizando manualmente y con agua fría estando obligado a realizarlo mecánicamente.
A esto hay que sumar, según el Ayuntamiento, que los alimentos congelados carecían de los requisitos de calidad exigidos, no estando envasados al vacío ni etiquetados, así como careciendo de factura alguna que acreditase la procedencia de los alimentos.
Otras infracciones detectadas, totalmente prohibidas por la normativa, fueron que carecían de los planes generales de higiene que son los que recogen los controles de plagas (control obligatorio cada seis meses). Ninguno de los empleados poseería el certificado de manipulador de alimentos, según señala además el Ayuntamiento. Además la antesala de la cocina carece de techo (lo que permite que la suciedad ambiental externa acceda a la cocina).
Ante tal situación, los agentes procedieron a la suspensión cautelar de la actividad, hasta en tanto no se solucionen todas y cada una de las infracciones detectadas.
