El gerente de la céntrica y emblemática confitería La Campana, Borja Hernández, ha celebrado el "paso adelante" implícito en el acuerdo del pleno del Ayuntamiento de Sevilla para modificar la ordenanza de veladores y tener en consideración a los establecimientos de "reconocido carácter tradicional" a la hora de la "justificación" de las licencias. Al respecto, ha señalado que el abogado del negocio ha celebrado este mismo miércoles una reunión con el secretario del Consistorio, para analizar dicha modificación.
En declaraciones a Europa Press, Borja Hernández ha reconocido que los acontecimientos prueban que el caso de su negocio, con "132 años de historia" y despojado recientemente de sus veladores en el marco de la reordenación de veladores promovida por el Ayuntamiento en el casco histórico, "se está moviendo".
Y es que aunque en el último pleno del Ayuntamiento no prosperó la demanda del PP para revisar "los criterios de actuación seguidos en la calle San Fernando, la avenida de la Constitución y La Campana" en materia de veladores, sí fue aprobado el punto de la moción del PP relativo a modificar la ordenanza de veladores, para recoger expresamente en la misma a los negocios de "reconocido carácter tradicional", a la hora de la justificación del otorgamiento de licencias.
Al respecto, ha explicado que el abogado de la confitería ha celebrado esta misma mañana una reunión con el secretario del Ayuntamiento, acerca de cómo sería definida dicha modificación de la ordenanza de veladores. El abogado, según Borja Hernández, portaba además "una propuesta" para que, en caso de ser restituida la terraza de veladores de la confitería La Campana, haya ya un diseño en cuanto a una nueva terraza con "menos veladores, menos espacio ocupado y un mobiliario más pequeño".
EL CONFLICTO DE LOS VELADORES
El asunto se encuadra en la decisión adoptada de modo definitivo por la Gerencia de Urbanismo, para suprimir todas las terrazas de veladores autorizadas en la plaza de la Campana, y reducir un 80 por ciento los veladores autorizados en la calle San Fernando y un 60 por ciento en la avenida de la Constitución.
Para ello, el Ayuntamiento esgrime motivos de movilidad y de estética, argumentando que durante el pasado mandato del alcalde popular Juan Ignacio Zoido, el espacio autorizado en estos tres enclaves concretos para la instalación de veladores creció aproximadamente un 50 por ciento. En el caso de la plaza de la Campana, según el Gobierno local socialista, el espacio autorizado para la instalación de veladores pasó de 33 a 156 metros cuadrados.
El pasado 17 de abril, así, entraba en vigor la supresión de los veladores en la plaza de La Campana y dado que aquella mañana dos de los seis negocios hosteleros de la plaza, la histórica confitería La Campana y una de las dos hamburgueserías, instalaron de todos modos sus veladores, fue movilizado un dispositivo de operarios, acompañado de un fuerte y criticado despliegue policial, para retirar el mobiliario de estos dos negocios concretos.
Los dueños de la confitería La Campana, en ese sentido, vienen denunciando que se trata de un negocio con "132 años de historia" con un marcado carácter "artesanal" y "diferenciado", reclamando algún tipo de "vía jurídica" que permita la restitución de su terraza de veladores, a cuenta de su papel como local "histórico".