El Ayuntamiento de Sevilla, a través de su Delegación de Bienestar Social y Empleo, ha participado en un encuentro de 32 localidades que están desarrollando ahora el Proyecto de Intervención Comunitaria Intercultural de la Fundación La Caixa, una iniciativa de intervención preventiva para fomentar las relaciones interculturales y favorecer la cohesión social y la convivencia. Los representantes de las 32 ciudades se han dado cita durante cuatro días en el Caixafórum de Sevilla, sito en Cartuja, en un encuentro de trabajo para debatir y compartir sus experiencias. En el caso de la capital sevillana, el proyecto se acomete desde hace ya tres años en el Polígono Sur, y su objetivo principal es impulsar las relaciones y la convivencia entre poblaciones de etnia gitana y no gitana.
La directora general de Acción Social del Ayuntamiento de Sevilla, Emilia Barroso, se ha encargado de inaugurar el encuentro y resaltar el proyecto intercultural que se realiza en el Polígono Sur, de la mano de la Obra Social La Caixa y de la Fundación Cajasol, en colaboración con la Oficina de la Comisionada para el Polígono Sur. “Casi tres años de trabajos con esta iniciativa público-privada son los que llevamos para hacer de este barrio un espacio favorable para la convivencia, que han contribuido sustancialmente al reto de la gestión positiva de la diversidad cultural”, según ha comentado Barroso.
“Se trabaja con población gitana, siendo esta la característica principal del proyecto en Sevilla, frente a otras ciudades españolas donde se hace especialmente con la población extranjera”, ha expuesto Barroso. Entre las necesidades diagnosticadas en el barrio y que se abordan con este proyecto está la recuperación del espacio público, dotándolos de valor y reconvirtiéndolos en espacios para el encuentro y la convivencia.
La directora general de Acción Social, asimismo, ha destacado la importancia de la participación activa de todos los actores implicados en la vida del Polígono Sur, al tiempo que ha incidido en que su mirada debe dirigirse hacia la comunidad y hacia las personas, no sólo para abordar la integración y la cohesión social, sino también para poder prevenir la conflictividad. En suma –ha abundado–, se trata de generar vínculos, reconocer lo que nos une identitariamente, poner el énfasis en lo común y tener como finalidad el bienestar y el progreso de la comunidad.
