El Cabildo Catedral Metropolitano de Sevilla ha dispuesto todo lo necesario para dar comienzo, a partir del próximo lunes 3 de julio, a un proyecto de obras de consolidación, limpieza y protección de la cara Oeste de la Giralda, que, con un presupuesto de 339.168,12 euros que asumirá íntegramente la autoridad eclesiástica, cuentan con un plazo de ejecución de seis meses.
Son los principales datos de una intervención presentada este jueves en rueda de prensa en la que el arquitecto autor del proyecto y director de las obras, Eduardo Martínez Moya, ha desgranado los principales detalles del mismo acompañado del deán de la Catedral, Teodoro León; el delegado de Administración y Patrimonio del Cabildo, Francisco Ortiz; y el arquitecto-conservador del templo, Jaime Navarro.
En los siglos de historia de la construcción, nunca se ha sometido a la Giralda a una actuación de estas características --la última parecida data de 1982--, aunque en ésta se ha intervenido "desde siempre", ya desde el siglo XII, con acciones de mayor o menor envergadura. Desde el siglo XVI la intervención ha sido "continuada", con obras tan importantes como las acometidas en el siglo XVII con motivo de las afecciones de la torre mayor por el terremoto de Lisboa de 1755 o las restauraciones del XIX del arquitecto Adolfo Fernández Casanova.
Ya en 2013 hubo una actuación para restaurar la zona de las campanas, mientras que también se ha trabajado recientemente sobre el Giraldillo. La parte superior del campanario se respetará en esta ocasión.
Ahora, y debido a la detección de numerosas imperfecciones en toda la torre, se iniciarán unos trabajos que se pretende tengan continuidad en el resto de caras de la Giralda: la Sur, la Este y la Norte, por este orden, aunque para estos trabajos no hay aún fecha ni presupuestación, pues se está tramitando el proyecto del lado Sur y están en redacción los otros dos. Según el Cabildo, la idea es que las obras puedan comenzar cuando la disponibilidad presupuestaria lo permita.
Los motivos por los que la intervención comienza en el paramento de la cara Oeste --el límite será el cuerpo de jarras de azucenas-- obedecen a que la misma se encuentra más "aislada" y "protegida", habiéndose encontrado en la misma daños en los fustes, desperfectos en los elementos pétreos o presencia de biocostra, elementos vegetales que en muchos casos enraízan en el elemento constructivo. En el análisis global de la construcción, por otro lado, se han encontrado daños en la piedra y en las columnas, pérdidas en los recubrimientos o de material propias del paso del tiempo.
SE MANTENDRÁN LAS VISITAS TURÍSTICAS
Pese al inminente inicio de los trabajos, en los cuales intervendrán hasta medio centenar de expertos, se ha decidido no tapar el edificio en su totalidad --la parte de andamiaje sí estará protegida con una malla-- para, según ha explicado Martínez Moya, "no perder una imagen magnífica para la ciudad y el mundo". Las visitas turísticas se mantendrán, aunque con restricciones puntuales si hay zonas en las que sean incompatibles con criterios de seguridad.
El arquitecto de las obras ha expuesto que se trata de un trabajo complicado en tanto que se realizará a mucha altura, con un único andamio externo --aunque de varios niveles-- pegado a la pared, lo que limitará tanto la presencia física de trabajadores y materiales de obras como la posible perspectiva de las mismas, y con el obstáculo añadido de que una vez el andamiaje se retire no habrá posibilidad de retoques.
Mientras Teodoro León ha recalcado la "responsabilidad de cuidar el patrimonio que nos han dejado", Francisco Ortiz ha dado cuenta de que ésta es la primera obra singular en la ciudad histórica que ha habilitado una Comisión de Expertos, con el fin de hacer un seguimiento a los trabajos. Este órgano se reunirá el lunes, primer día de obras, y está constituido por expertos en patrimonio de reconocido prestigio y solvencia profesional de ámbito nacional e internacional.
NUEVA ILUMINACIÓN DEL RETABLO
Por otro lado, el Cabildo Catedral también ha aprovechado para presentar la nueva iluminación del Retablo Mayor, proyecto dentro del marco de la renovación general lumínica de la construcción, con un presupuesto de 100.000 euros que ya está en desarrollo en determinados tramos horarios y en la que, según el arquitecto Jaime Navarro, se han primado los criterios de respeto a la conservación del patrimonio y las labores de mantenimiento, incluyendo un componente de "sostenibilidad" y ahorro energético, sustituyendo las anteriores lámparas de descarga, con casi 12 kW de consumo total, por lámparas 'led' con un consumo que apenas supera los 3,5 kW.
La nueva instalación suprime la radiación ultravioleta y el consecuente efecto de envejecimiento sobre el material iluminado. En esta primera etapa se ha preparado una secuencia de iluminación que permita comprender mejor la estructura compositiva del retablo, de forma que éste se presenta en primer lugar en todo su esplendor y luego se apaga de manera progresiva y comienza a mostrar de una en una y de abajo arriba las figuras de la calle central, para encenderlas después todas simultáneamente, y hacer posteriormente lo propio con el tercer tramo. Por último, calle central y tercer tramo se encienden a la vez componiendo una 'cruz de luz' y encendiéndose gradualmente todo el retablo.
