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Lunes 11/11/2024
 

Sevilla

Cajasol y Caixa, espacios para la empleabilidad con Fundación Integra

Las tres fundaciones unirán sus recursos para mejorar la empleabilidad de personas en situaciones vulnerables

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Tres fundaciones sumarán sus experiencias en la atención de personas vulnerables para buscar mejorar la empleabilidad de personas que viven una situación de exclusión severa, partiendo de la base de que un empleo digno es una pieza clave para recuperar estas personas para la sociedad, sensibilizados y convencidos de que no sólo merecen una oportunidad sino que son los que mejor aprovechan una mano tendida.


Esta es la base del convenio firmado por el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, el director territorial de Andalucía Occidental de Caixabank, Rafael Herrador, y la presidenta ejecutiva de Fundación Integra, Ana Botella, en un acto dirigido al tejido empresarial andaluz y que ha buscado sensibilizar del papel fundamental que juegan las empresas en la integración social y laboral de colectivos vulnerables.

Gracias a este convenio, la Fundación Cajasol y Fundación Bancaria La Caixa pondrán al servicio de Fundación Integra y de sus beneficiarios, sus propias sedes de Sevilla, Huelva y Cádiz, habilitando así nuevos espacios que permitirán a Integra, acoger, atender, formar e integrar a más personas
en situaciones vulnerables. Desde su nacimiento en 2001, esta fundación ha atendido a 10.400 personas, con ella colaboran 200 empresas en inserción laboral y cuenta con una red de 800 voluntarios, según detalló Ana Botella en el acto.

Si clarificador ha sido el director en Andalucía de Barceló Hoteles, Gaspar Sáez, al describir la experiencia positiva de su empresa en la inclusión social -trabajan desde 2001 con la Fundación Integra- al destacar no sólo la ilusión y predisposición de estos trabajadores, sino también que son “una esponja que acepta muy bien la formación”, sensibilizador ha sido el testimonio de Patricia, víctima de violencia de género y quien ha sido de reiniciar una nueva vida gracias a uno de esos empleos dignos. Entre suspiro y suspiro, reivindicaba el valor de las cosas pequeñas -pagar un café, por ejemplo- y cómo el esfuerzo merece la pena: “no soy un número más en las noticias”, decía Patricia agradeciendo esa oportunidad laboral que le ha cambiado la vida.

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