La izquierda se planta. El curso de las negociaciones para apuntalar las cuentas municipales para 2018 vivió ayer un nuevo capítulo con el anuncio del PP de que se retiraba de las negociaciones que mantenía calientes con el gobierno de Espadas. Este mismo miércoles, de hecho, debían haber dejado perfilado su acuerdo ambas partes en la reunión que iban a mantener el edil Rafael Belmonte con representantes de Hacienda. Pero no habrá reunión. Y tanto Participa como Izquierda Unida ya avisan: basta ya de show.
A primera hora de la tarde de este martes, una llamada de teléfono desde el grupo popular comunicaba al gobierno municipal que el encuentro quedaba suspendido. Iba a ser el tercero que ambas partes mantenían en la última semana. Según el mismo PP, el que dejaría el acuerdo “prácticamente cerrado” después de que el alcalde Espadas “haya asumido la mayoría” de nuestros planteamientos.
El gran pacto
Ahora, el motivo del giro brusco de los populares está, según se justificaron al cancelar la reunión, “en los ataques de Ciudadanos”.
Su portavoz, Javier Millán, acababa de salir de una reunión de apenas media hora con el regidor en el despacho de éste. Al acabar, Millán no varió en exceso su mensaje: emplazar al PP a sumarse a un gran pacto a tres bandas tras haber quedado en evidencia que su presupuesto alternativo estaba “al margen de la legalidad”, según el informe del interventor y secretario municipales.
Pero el PP no digirió bien la nueva puesta en escena de Ciudadanos, que volvió a presumir de su acuerdo base con el alcalde, y entendió la aparición de Millán poco menos que como una provocación.
El volantazo del PP, decidido a descolgarse de las negociaciones, sentó muy mal al bloque de las fuerzas de izquierda, indignados con la estrategia que vienen siguiendo los populares en esta última fase de la elaboración del presupuesto municipal para el año en curso.
No más retrasos
Tanto Participa como IU coinciden en recordar que llevan tiempo demandando que se convoque la Comisión de Hacienda, se voten las enmiendas que cada formación haya presentado dentro del plazo consensuado, y que salga lo que tenga que salir. Pero que ya está bien de esperar.
Una Comisión que ya ha sido convocada y pospuesta dos veces. La última debió celebrarse ayer martes, pero al calor de los contactos entre el gobierno y el PP, el primero decidió volver a retrasarla otra vez “a fin de facilitar las negociaciones”.
El retraso se acumula, por lo que tanto Participa como IU ya reclaman a Espadas que convoque ya la Comisión, posibilite que el proceso avance de etapa y deje de contemplar al PP, que sólo “busca protagonismo y espectáculo”.
Desmarcado el PP, el alcalde Espadas destinó ayer buena parte del día en reactivar los contactos con ambas formaciones, sobre las que ahora recae el foco de la negociación con la pareja PSOE-Ciudadanos, cuya sintonía quedó nuevamente escenificada.
Participa e IU exhiben disposición, aunque cada formación con sus matices. La segunda, por ejemplo, es más tajante en cuanto a la presencia de Millán en el acuerdo de base y ya ha dejado caer que sus posiciones son incompatibles. Ciudadanos discrepa. Ayer mismo, fuentes del partido aseguraban a Viva Sevilla que el encaje es posible. Participa es algo más flexible respecto a Ciudadanos, pero a la vez muy crítica con Espadas, al que reprochan “su giro hacia la derecha” para acercarse al PP. Con todo, hay un problema todavía mayor que le une a IU: ninguna de las dos formaciones se fía lo más mínimo del alcalde.
"Seguimos abiertos a todos"
Con los partidos de izquierda apremiando ya al alcalde para que avance en el camino a los presupuestos, el gobierno municipal optó este martes por mantener la prudencia.
Poco después de conocerse que el PP “suspendía” su participación en las negociaciones, y con ella la reunión de hoy con el delegado de Hacienda, fuentes del PSOE explicaron a Viva Sevilla que “la disposición con el PP, y con todos los grupos, sigue siendo la misma”. “Les ha molestado lo que ha dicho Ciudadanos, pero no ha pasado nada con nosotros. Nuestra posición no varía nada”.
También matizan la cuestión de los plazos como argumento para descartar la elaboración de un nuevo proyecto desde cero. Según el PP, “sólo llevaría 7 o 9 días llevarlo al Consejo Económico y Social de Sevilla (CESS) y que éste informase”. El gobierno lo niega: “Por reglamento, eso conlleva 15 días hábiles. Es decir, tres semanas. Luego presentar las enmiendas, etc. Hablamos de semanas. No es viable empezar otra vez”.
