En el hall de entrada de su imponente y moderna nave, dos administrativas de And&Or no se separan del teléfono. Están gestionando billetes de avión destino la India y China para las próximas dos comitivas formadas por comerciales y técnicos de esta empresa sevillana de ingeniería para viajar por el más de medio centenar de países del mundo donde tienen clientes.
“De las 130 personas que tenemos actualmente en plantilla, al menos 20 de ellas están cada semana viajando”, explica Antonio Ortega Suárez, director general de la firma hispalense que ha revolucionado los sistemas de envasado y embotelladores exportando ingeniería puntera para las líneas de producción de grandes multinacionales.
La maquinaria y los sistemas que And&Or diseña, así como la tecnología que implementa para ordenar, empaquetar, colocar en palés o controlar la calidad de los procesos del cliente, les han hecho convertirse en líderes del sector y expandir su I+D por todo el mundo. Así, Francia, Suiza, Italia, Corea, China, EEUU, así como África y América Latina, son algunos de los puntos donde la firma sevillana ha consolidado clientela gracias a una extensa red comercial que sale de viaje cada semana.
En España, And&Or cuenta en su cartera de clientes con marcas envasadoras como Coca-Cola, Danone, Grupo SOS, Nestlé. También el grupo Ybarra, que ha encargado a esta ingeniería sevillana la sección de paletizado, control de calidad y todo lo relacionado con las asas para su nueva planta de Dos Hermanas, levantada tras el incendio que destruyó la antigua en 2016.
Justamente fue el sistema de colocación de las asas en envases el que supuso un antes y un después en And&Or. Fue a mediados de los 90, tras advertir uno de sus clientes de la dificultad que entrañaba en su fábrica la inserción del elemento de agarre en las botellas de aceite que envasaba. Un proceso que se hacía a mano, y en el que And&Or centró todos sus esfuerzos.
“Automatizar ese trabajo no era sencillo, pero logramos diseñar una máquina colocadora de asas con una capacidad de 4.000 a la hora. Su efectividad era del 90%, ya que en ocasiones se obstruía”, recuerda Antonio Ortega Ruiz, presidente de la firma.
Pese a ese margen de mejora pendiente, su implantación revolucionó el sector del envasado, plagado de diferentes tipos de asas y casi ninguna automatizable. Una de las muchas llamadas que la empresa recibió llegó de Portugal. Pero, en esta ocasión, con el encargo de que And&Or fabricase también el asa. De esta forma, la ingeniería sevillana aumentó la efectividad del proceso al 99,9%.
Volumen de negocio
Caridad, Antonio y Juan Pablo, hijos del fundador, los tres ingenieros, son hoy los máximos responsables de una empresa que en 2017 facturó 16 millones de euros. Una cifra que dobla el volumen de negocio que And&Or tuvo apenas tres años antes, en 2014, lo que da medida de su enorme crecimiento.
“Nosotros no hemos sufrido la crisis. En estos años, nuestro volumen de facturación era un 90% extranjero y un 10% nacional. Hoy se ha recuperado algo el mercado nacional, llegando al 20%”, explica Juan Pablo Ortega Suárez, director industrial y de fabricación.
“Antes siempre íbamos a las ferias más importantes del sector. Hoy casi no nos hace falta. Y no sólo no llaman embotelladoras y envasadoras: también de nuestra propia competencia. Nuestro éxito se basó en preguntar a los clientes por sus necesidades. Así surgían nuevas oportunidades”, añade Caridad, directora comercial, sobre cómo han logrado un posicionamiento privilegiado en un sector en el que son líderes.
De la cochera a conquistar Irak
La empresa And&Or está instalada en el Polígono Parque Empresarial El Limón, en el término de Palomares, y casi pegado a Gelves. Allí ocupa una gigantesca parcela de unos 8.000 metros cuadrados con una sede para oficinas y varias naves de trabajo en las que fabrican y embalan su maquinaria. Y acaban de adquirir otra nave en el mismo polígono con la que suman otros 3.000 metros y en la que han invertido millón y medio de euros.
Pero, en su origen, en 1986, esta empresa sevillana empezó con mucho menos. Apenas hizo falta una cochera en Coria del Río, de donde Antonio Ortega Ruiz, su fundador, es natural. Allí, en el garaje de su casa, empezó a operar con And&Or tras desvincularse de su antigua empresa, acaparar todo el paro que le correspondía e invertir en su primer lote de maquinaria.
Su primer encargo fue un comprobador de estanqueidad para un depósito de combustible. Se lo hizo Renault. Hoy extraño es el país al que no viajan: Angola, Gabón, Irán... o Irak, a donde su hijo Antonio, hoy director general, viajó hace apenas diez días. Allí, bajo fuertes medidas de seguridad, pasó casi una semana supervisando la instalación de maquinaria en una planta. Es la última conquista de esta firma coriana.
