El presidente de la Audiencia Provincial de Sevilla, Manuel Damián Álvarez García, ha asegurado este martes que cuando tuvo conocimiento de los comentarios de la magistrada Mercedes Alaya --que fue instructora de los casos ERE, Mercasevilla o los cursos de formación-- sobre posibles "presiones" políticas pensó, en un primer momento, que ella "buscaba algún tipo de carrera política".
"El presentimiento que teníamos en la audiencia era que a ella le había tocado algún partido y, en esa línea, quería conseguir algo", ha añadido.
Álvarez García se ha pronunciado así durante su comparecencia este martes en la sede Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), a donde ha acudido para exponer su candidatura a la reelección como presidente de la audiencia sevillana.
Los vocales le han preguntado al final de su intervención cómo gestionó en la propia Audiencia el tema de las declaraciones de Alaya, quien recientemente reiteró que las presiones políticas eran "comprobables" y se realizaban a través de los medios de comunicación".
El candidato a la reelección ha afirmado que la Sala de Gobierno de la Audiencia está "al tanto" de las palabras de Alaya y que, personalmente, no las entiende porque "siempre se ha caracterizado por una cierta discreción con los medios". "De pronto, y sin esperarlo nadie, sale y pone verde a unos cuantos, a mí me dijo que le había traicionado", ha explicado.
Así, ha relatado el presidente que cuando Alaya decidió marchar a la Audiencia de Sevilla le preguntó si se podía hacer una comisión de servicio para que ella continuara con los asuntos de las macrocausas y él respondió que si se quería venir a la Audiencia allí estarían "encantados", pero la comisión de servicio tenía que autorizarse por parte del CGPJ.
"Yo le dije que se la podrían dar para aprovechar el esfuerzo que había hecho todos estos años", ha dicho, al tiempo que ha añadido que la comisión de servicio que pretendía Alaya abarcaba "prácticamente todo" el trabajo en las macrocausas y, además, eso tenía que pasar por un acuerdo con la titular que pasó a sustituirla que fue "imposible".
Álvarez García ha comentado que cuando se enteró de las críticas de Alaya llevó el tema al punto de ruegos y preguntas de la Sala de Gobierno, donde se habló con el resto de miembros y se valoró si se realizaba algún tipo de acción al respecto de las palabras de la magistrada. Sin embargo, ha asegurado que se optó por esperar a ver si el CGPJ "hacía alguna cosa" al respecto porque eso le parecía más "prudente" que "entrar en la dinámica de responder y provocar una retorsión" en Alaya.
"Algunos compañeros sugirieron que se le abriera un expediente", ha dicho, pero ha admitido que eso le habría parecido "muy chocante" porque se trata de una magistrada que trabaja "a cinco metros de él". A esto ha añadido que no se tomó de primeras ninguna medida al respecto porque se pretendía comprobar si las críticas de Alaya eran "algo continuado" o un caso "aislado" y si realmente estaba Alaya estaba pensando en algún tipo de "carrera política".
El candidato a la reelección ha desvelado que la propia Alaya le ve y "pasa de largo", por lo que la relación que ambos tenían se ha enfriado a raíz de sus declaraciones. "Preferí no hacer sangre y esperar", ha insistido, aunque ha dicho que "no es la mejor solución" cuando se está desconforme con algo atacar a un compañero "diciendo que se iba a por sus hijos y a un club elitista de Sevilla".
