En el juicio por el presunto amaño de las oposiciones, ha explicado que se sintió intimidada por ciertas preguntas en la Escuela de Se Pública de Andalucía
Una de las opositoras que aprobó el examen para la Policía Local por cuyo amaño son juzgadas 45 personas -entre ellas 37 agentes- ha denunciado hoy que durante el proceso fue señalada por ser "hija de" un agente y preparador de oposiciones, con "pintadas" en el pabellón donde se hacen las pruebas físicas.
Así lo ha declarado hoy en el juicio que se celebra en el Juzgado de lo Penal 10 de Sevilla contra 45 acusados por el presunto amaño de las oposiciones a Policía Local convocadas en Sevilla en 2011 y 2012, al que ha acudido varias testigos de las defensas.
Esta agente suspendió la primera convocatoria y aprobó la segunda, tras una revisión de su examen, pero sin plaza, si bien se quedó a las puertas y entró al renunciar tres de los aprobados porque habían conseguido plaza en la anterior.
Ha explicado que le llamó la atención que el primer día de clase en la Escuela de Seguridad Pública de Andalucía (ESPA) donde reciben formación los nuevos agentes, uno de los profesores que fue instructor en el grupo Gepol que investigó la presunta filtración del examen, preguntó quienes tenían familia en el Cuerpo.
Aunque a preguntas de la fiscal ha dicho que no lo denunció, sí ha señalado que entre los compañeros comentaron que se habían sentido intimidados por esas preguntas.
En su caso, es hija de un inspector que además prepara los supuestos prácticos de las oposiciones a Policía Local y fue su padre quien le dijo que en el pabellón deportivo en el que se hacían las pruebas físicas habían aparecido pintadas contra él y otros agentes cuyos familiares se presentaban a la convocatoria.
Al igual que otro de los opositores que obtuvo plaza en 2012, tras ser declarado no apto por el psicólogo en la anterior, ambos han afirmado que cuando desde Gepol les citaron para interrogarles no les dijeron que les estaban investigando, que en función de sus respuestas podían pasar de testigos a imputados ni les ofrecieron asistencia letrada, y no han ratificado esa declaración.
La fiscal les ha preguntado insistentemente por qué si firmaron esas declaraciones y hoy en el juicio los abogados de las defensas les han hecho "las mismas preguntas", algunas "incriminatorias" como si tuvieron acceso al examen o antes o si pudieron copiar, y "han respondido exactamente lo mismo".
Ambos han dejado entrever que aunque no fueron "coaccionados", acababan de entrar en la Policía Local, miembros de la Gepol eran superiores suyos y cuando les dijeron que firmaran y lo hicieron, en el caso de la primera agente "obligada".
El segundo testigo ha declarado que "hoy quizás no hubiera firmado" porque la transcripción de su declaración no deja ver que sus respuestas fueron a preguntas concretas que le hicieron y no espontáneas.
Tampoco ratificarían hoy el examen con el que entraron en la Policía Local pues tras ver cómo algunos han salido en prensa "no sé quién ha podido tocar mi examen".
El juez ha tenido que llamar la atención a la fiscal Ana Linares, por referirse a los abogados de la defensa como "jauría humana", ante la protesta de éstos por su "absoluta falta de respeto".
"Es la segunda vez que llama a estos señores jauría, es un exceso", le ha dicho entre continuos intentos de la fiscal de replicar y protestar que el juez ha cortado de raíz.
En este juicio el superintendente de la Policía Local Juan José García, que presidió el tribunal de las oposiciones, y otros miembros del mismo se enfrentan a 13 años de inhabilitación y los agentes que supuestamente tuvieron acceso a las preguntas antes a cuatro años.