El obispo auxiliar de Sevilla, monseñor Santiago Gómez, ha criticado en su homilía de este jueves la trata humana, que considera "una verdadera forma de esclavitud, lamentablemente cada vez más difundida", que atañe a cada país, incluso a los más desarrollados, y que "afecta a las personas más vulnerables de la sociedad: las mujeres, los niños, los discapacitados, los más pobres, los que provienen de situaciones de disgregación familiar y social".
En la misa celebrada esta mañana en la Catedral después de la procesión de la Virgen de los Reyes, Monseñor Gómez ha expuesto que hay problemas que sitúan a las personas ante "los graves pecados contemporáneos contra la dignidad humana", que son sufridos en
el cuerpo de "tantos hombres y mujeres".
Así, ha indicado que la trata humana es un tema que "toca de cerca nuestras conciencias, es escabroso, avergüenza" y "no se quiere hablar de ello" porque "el final de la cadena de consumo, los usuarios de los servicios que son ofrecidos en la calle o en Internet, pueden estar cerca".
Por ello, ha llamado a tener conciencia de este tema y de estas personas, víctimas de la trata, de sus esfuerzos para "superar su drama y reconstruir su vida", antes de citar como ejemplo a los "muchos jóvenes emigrantes que vienen ilusionados con falsas promesas, engañados, que terminan esclavizados, prostituidos". En este sentido, ha destacado la labor de las hermanas Adoratrices que, "junto a bastantes otros cristianos comprometidos en este campo", los conocen y acompañan.
No obstante, "hay violencias mayores contra el cuerpo en nuestra cultura, la ideología de género", ha remarcado el obispo auxiliar. En su exposición, ha indicado que esta idología "afirma que no existen sexos, la diferencia hombre-mujer es sólo cuestión de roles, orientaciones sexuales mudantes, que se pueden cambiar en la vida todas las veces que se quieran" y ha criticado que esta forma de pensar ha sido "llevada a nuestra legislación".