La juez envía a la Audiencia el caso del triple crimen de Dos Hermanas

Publicado: 25/10/2019
Para que un jurado juzgue el caso de Yilmaz Giraz, su pareja Sandra Capitán y la hija de ella que fueron asesinados y enterrados en una fosa de sosa cáustica
La juez del Juzgado de Instrucción número 19 de Sevilla, la magistrada Ana Escribano, ha decretado la apertura de juicio oral con respecto a la causa del triple crimen de Dos Hermanas, en el que Yilmaz Giraz, su pareja Sandra Capitán y la hija de ésta última fueron asesinados y enterrados en una fosa de sosa cáustica en una vivienda de la calle Cerro Blanco de la localidad nazarena, para que sea enjuicie por un jurado en la Audiencia Provincial de Sevilla.

En un auto, fechado el 23 de octubre y al que ha tenido acceso Europa Press, la juez decreta la apertura del juicio oral contra los acusados Ricardo G.H., conocido como el 'Pollino'; el padre de éste, Ricardo G.G. alias 'el Cabo'; la esposa de este último, Joaquina H.J., la mujer del 'Pollino', Elisa F.M.; la intermediaria Manuela M.O.; el monitor de boxeo David Ramón H.P. conocido como 'el Tapita' y su amigo José Antonio M.B. alias 'Quino'.

De esta manera, la instructora señala que el órgano competente para el enjuiciamiento de esta causa es el tribunal del jurado de la Audiencia Provincial de Sevilla, tal y como ha adelantado el diario 'ABC'.

En el auto, la juez destaca, entre los hechos a los que procede el enjuiciamiento, que Ricardo G.H. 'el Cabo', su mujer Joaquina H.J., Ricardo G.H. 'el Pollino' y su esposa Elisa F.H., forman parte de "un clan familiar que ha sido investigado en numerosas ocasiones por delitos relacionados con el tráfico de drogas".

Así, la magistrada indica que en septiembre de 2017 el 'Pollino', el 'Cabo' y Elisa "decidieron acabar con la vida de Yilmaz Giraz y de ser necesario de la familia de éste último" formada por Sandra Capitán y la hija de ésta de seis años de edad.

"Esta determinación vendría motivada por algún asunto relacionado con el negocio de tráfico de drogas a través del cual Yilmaz Giraz y el clan de los Cabo estaban relacionados, bien fuera por lo que en el argot delincuencial se conoce como un 'ajuste de cuentas', o bien para obtener alguna información relacionada con dicha ilícita actividad", añade la instructora.

A tenor de ello, trazaron un plan y realizaron un agujero bajo las losas del cuarto de baño entre el lavabo y el inodoro justo encima del pozo séptico, de una casa ubicada em la Calle Cerro Blanco de Dos Hermanas "donde pensaban ocultar los cadáveres", y además, un día antes del crimen, Ricardo G.G. y su hijo se personaron en una cementera "para encargar el hormigonado con bomba de 20 metros cúbicos , para así tapar la fosa una vez cometidos los hechos", continua la magistrada en su exposición.

Para la ejecución de dicho plan, añade la instructora, el 'Pollino' "necesitaba de la ayuda de otras personas con la fortaleza suficiente para poder doblegar a Giraz" por lo que se puso en contacto con su amiga Manuela M.O. quien pensó en su amigo David Ramón H.P. que tras contarle lo que debía de hacer, éste aceptó el encargo.

Una vez dispuesto a ejecutar tales hechos, David Ramón H.P. 'el Tapita' decidió solicitar la ayuda de su amigo José Antonio M.B., alias 'Quino' y "le explicó lo que habría de hacer, proponiéndole repartirse el dinero que obtuvieran" por lo que José Antonio "aceptó hacerlo sabedor de que debía secuestrar y en su caso asesinar a Giraz".

Así, la juez expone que, en la mañana del 16 de septiembre de 2017, el 'Cabo', el 'Pollino', David Ramón y Jose Antonio personaron en las inmediaciones del domicilio donde vivían Yilmaz Giraz y su familia en la zona de Bellavista de Sevilla capital para reducir y llevar a la casa de Dos Hermanas "para encañonarle con un arma de fuego, inmovilizarle y amordazarle con cinta americana" y, posteriormente, propinarle "una paliza golpeándole por todo el cuerpo con el fin de obtener lo que el clan deseaba".

"En un momento dado probablemente por no obtener dicha información, decidieron presionar a Yilmaz llevando a la casa a su mujer y a su hija" añade la juez que apunta que "Sandra estaba en esa fecha embarazada de tres meses si bien no podría percibirse aún su estado y la niña tenía el brazo izquierdo escayolado a consecuencia de una caída que había sufrido días antes".

Una vez que madre e hija fueron introducidos en la casa, los acusados "las golpearon a base de patadas, puñetazos y probablemente con algún objeto contundente" y es, en ese momento, "cuando David Ramón y José Antonio deciden abandonar la casa y no participar en el resto de los hechos que se iban a desarrollar a continuación, si bien ya eran sabedores de lo que allí iba a suceder y no trataron de impedirlo y abandonaron a su suerte a las víctimas, inmovilizadas, malheridas e indefensas".

Tras ello, Elisa, el 'Pollino' y el 'Cabo' comenzaron las ejecuciones con un revólver con disparos en la cabeza "a bocajarro" a las víctimas y colocarlas en la fosa excavada, para horas más tarde, llamar a la cementera para que empleados de la misma acudieran esa misma tarde para llenar la fosa de hormigón, profundiza la juez en su relato en el cual añade que mientras la operación de hormigonado se estaba llevando a cabo, en el exterior de la vivienda estaba Joaquina H.J. "conocedora de los hechos cometidos por su familia y por David Ramón y José Antonio, así como de que los cadáveres se hallaban en el interior del agujero del cuarto de baño".

La magistrada concluye apuntando que, días más tarde, la madre de Sandra Capitán recibió "una llamada anónima" en la que se le comunicaba "dónde podían hallarse su hija y nieta, así como la posible implicación en su desaparición de un individuo al que llamaban 'el Pollino'" y a raíz de tales informaciones, "la investigación policial concluye cuál era el lugar donde podían hallarse las personas desaparecidas y finalmente se produce el hallazgo de los cadáveres en octubre de 2017".

 

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