La portavoz municipal de Adelante, Susana Serrano, ha comparecido este martes con Julián Sobrino, arquitecto y experto en patrimonio industrial, para valorar el documento sobre las bases reguladoras del uso de los terrenos de Altadis. Serrano ha destacado, en primer lugar, “es un lugar especialmente valioso para la ciudad de Sevilla y, sin embargo, Altadis sólo tiene licencia para utilizar ese espacio para la producción de tabaco”. La edil de Adelante ha lamentado que el gobierno municipal no haya aprovechado esa circunstancia, tal y como sí se ha hecho en otras ciudades “como San Sebastián, Málaga o Gijón para transformar esas fábricas tabaqueras en espacios de innovación”.
Serrano ha criticado “la escasa protección de los edificios y del arbolado” que se desprende de las bases reguladoras que se acaban de conocer y ha alertado de que el gobierno local va a “permitir que se privatice esta zona del río” y ha lamentado que se propicie la construcción de “un nuevo hotel, como tantos otros que se han ido anunciando, en ese monocultivo del turismo que no da respuestas a las necesidades de nuestra ciudad”.
La portavoz municipal de Adelante ha denunciado que el nuevo documento prevé “duplicar la edificabilidad del edificio principal, el llamado cubo, que pasaría a tener más de 26.000 metros edificables”, frente a los 14.000 actuales. “No sabemos si se pretenden cubrir los patios interiores o aumentar las alturas del edificio”, ha señalado Serrano, quien denuncia que “nos decían que un 85% del suelo iba a ser público, pero la realidad es que este proyecto prevé que un 75% de la superficie edificada quedará en manos privadas para siempre”. Serrano cree que “un lugar tan emblemático y valioso requiere de un auténtico proceso de participación e incluso de un concurso internacional de ideas”.
Por su parte, Julián Sobrino, arquitecto y experto en patrimonio industrial, ha comenzado su intervención afirmando que “este documento tiene cuatro importantísimos defectos de partida” y ha comenzado a desgranar los mismos. En primer lugar, como afirma Sobrino, consagra “la pérdida de diversidad productiva que sufre Sevilla en la que el sector secundario ha ido desapareciendo paulatinamente y con Altadis nos encontramos con el final de este proceso”. “El segundo asunto”, tal y como afirma Sobrino, “es que este documento no reconoce los cambios en el paradigma cultural que han tenido lugar en las últimas décadas” y Sevilla, en este sentido, está perdiendo “su paisaje histórico urbano”. En tercer lugar, Sobrino ha lamentado que “este documento de bases para Altadis no cumple con los objetivos de desarrollo sostenible que el documento de la ONU 2030 tiene en cuenta respecto a la energía, la movilidad, la resiliencia, la participación, la Igualdad y los trabajos justos y equitativos”. Por último, Sobrino echa en falta “un modelo social más igualitario, participativo y más transparente” en las bases reguladoras del suelo de Altadis.
Sobrino ha comenzado a detallar a través de planos cómo afectará a la ciudad de Sevilla el documento de bases reguladoras que han conocido los grupos de oposición. El experto en arquitectura cree que los terrenos de Altadis son “en la actualidad los terrenos más valiosos de toda Sevilla y de su área metropolitana”. El experto en patrimonio industrial ha lamentado que “la letra pequeña de este documento de bases incide en aspectos negativos para la conservación de aquellos elementos que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico afirmaba que era preciso conservar”. En este sentido, Sobrino denuncia que el gobierno municipal va a permitir que “se altere la forma y volumen de los edificios a proteger”, lo que “implica que se puedan cambiar las fachadas, las volumetrías,… algo impensable para cualquier documento de protección”. El gobierno municipal pretende incluso que se pueda alterar la forma y volumen de un edificio como la antigua capilla del complejo.
El experto en patrimonio industrial también ha cuestionado los usos a los que se destinarán cada uno de los edificios del complejo de Altadis. Sobrino, refiriéndose al edificio principal, ha explicado que “abren la puerta de una manera evidente a que el uso de este edificio emblemático se convierta en un hotel” y “no se puede mentir a la ciudadanía diciéndole que aquí va a haber un Guggenheim, porque un hotel o un Mercadona no es un Guggenheim”. Sobrino, en este sentido, ha alertado de que “pretenden incorporar a la superficie construida los patios interiores y modificar también las condiciones de forma y volumen”.
Sobrino, al igual que hizo Serrano durante su intervención, cree que “la clave es que se pretende aumentar la superficie construida hasta los 26.000 metros cuando en la actualidad hay 14.409 metros cuadrados” y resume “que es la iniciativa privada quien sale ganando en este reparto de metros entre iniciativa privada y ciudadanía”.
El experto en patrimonio industrial también recuerda que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico “reservaba un espacio para un museo sobre la historia y la fabricación del tabaco” y “sin embargo, ese proyecto no se contemplan en las actuales bases, pese a que Sevilla fue la primera ciudad en el mundo en tener una fábrica de tabacos, que en el siglo XVII se estableció en la antigua Plaza de San Pedro”.