Fernando Rodríguez Villalobos (La Roda de Andalucía, 1952) suma años en la Diputación de Sevilla (se cumple el
primer año del mandato actual, el cuarto en su haber), pero el tiempo no hace mella en su estilo directo. Por eso, no deja margen a la interpretación cuando resalta que la Diputación y los ayuntamientos asumieron la provisión de materiales y tareas de desinfección porque
“quien tendría que haberlo hecho, no lo hizo”; o cuando pide
gestos con el
turismo de interior idénticos al de los vigilantes de playa.
El presidente de la Diputación de Sevilla califica de “atípico” el primer año del nuevo mandato al frente del organismo provincial. “Al final,
nos hemos equivocado relativamente poco”, asegura cuando recuerda lo que hubo que hacer “en pleno cuajo del estado de alarma”.
¿Ha sido este año de mandato el más difícil que le ha tocado gestionar en su carrera?
–Ha sido
atípico. Hemos tenido que tomar decisiones en pleno estado de alarma que no sabíamos a ciencia cierta si iban a tener una repercusión más o menos positiva. Ahora, cada día que pasa
tenemos menos justificación de equivocarnos puesto que ya vamos conociendo qué es lo que hay que hacer. Lo que ha evidenciado este año es que, en los momentos difíciles,
siempre echamos mano de los alcaldes, del mundo local. Nadie pone en tela de juicio que
las corporaciones han estado a la altura de las circunstancias y que, desde nuestra responsabilidad, hemos alimentado a los pueblos con medidas y acciones concretas y medibles. Dimos el paso porque, reitero,
quien tendría que haberlo hecho, no lo hizo. No voy a analizar el por qué, pero la realidad es que si no es por la gestión de los ayuntamientos y nuestra ayuda, no se hubieran podido prestar determinados servicios.
¿Tienen ya un balance de los recursos que han tenido que movilizar para atender la emergencia social por la Covid?
–La Diputación ha
desinfectado 62 municipios, ha adelantado e inyectado a los ayuntamientos
100 millones del pago de tributos, ha tramitado
40 millones de euros en licitaciones durante el estado de alarma... Al levantarse el estado de alarma, hemos puesto en carga el
plan de emergencia social, con 2,5 millones; el
programa de urgencia municipal, con otros 5,8; el
plan para autónomos (2,5 millones) y hemos reactivado el
Supera VII, el
Plan de Fomento de Empleo Agrario 2019 y las promociones y
campañas en favor del turismo. Entre el estado de alarma y el momento postCovid,
la Diputación ha movilizado 157 millones de euros. Si, al final, el Gobierno de España nos permite usar el
superávit o los remanentes, podemos llegar a los 200 millones.
Sobre turismo y las acciones que se han puesto en marcha, ¿cuáles son los puntos fuertes de la provincia para recuperar el turismo basado en la seguridad?
–Una parte de la promoción la hemos centrado en
captar nuevos segmentos de visitantes. Es el momento de aflorar lo positivo del
turismo de interior, como lo es la naturaleza. ¿Qué es lo que yo le decía al
presidente de la Junta? Pues que si ha tenido un gesto con el turismo del litoral poniendo esa cantidad de
vigilantes en la playa, que
por qué no tenía ese mismo detalle con el turismo de interior. Sería, además, una buena manera de c
rear empleo y de fijar población en los pueblos. No se puede obviar al turismo de interior, que es clave para el desarrollo de nuestra comunidad.
No he visto ningún gesto en ese sentido. Nosotros vamos a seguir apoyando a los ayuntamientos con las posibilidades que tenemos, como nuestra
Oficina del Reto Demográfico.
¿Se agravará la despoblación por la Covid?
–No, no tiene por qué. Es más,
la seguridad que ofrece un pueblo es infinitamente mayor que en una gran urbe. En eso tenemos una posición buena. Ahora bien, no sólo de seguridad vive el hombre.
Hay que fomentar el empleo porque la gente no abandona sus raíces porque sí.
La UE va a inyectar cerca de 19 millones de euros en ocho pueblos del Aljarafe. ¿Cómo y en qué plazo empezarán a verse los cambios que se quieren propiciar con los recursos Edusi?
–La Diputación de Sevilla ha hecho de campana para captar estos
recursos europeos. Nuestro
objetivo inicial era lograr
85 millones para siete iniciativas, pero no fue posible. Ya está dado el pistoletazo de salida. El
definitivo, el que afecta a los ayuntamientos y a la Diputación como gestores, vendrá
cuando el Gobierno autorice las operaciones con una orden y podamos empezar a licitar. Esto tiene un plazo,
2022.
Tenemos que espabilar porque aquí no estamos dispuestos a devolver nada. Cerca de 19 millones inyectados en un perímetro concreto, en el corazón del área metropolitana, serán un
revulsivo.
El mandato comenzó con un llamamiento a la lealtad y el diálogo. ¿Son más necesarios que nunca tras la crisis de la Covid?
–En la política tal y como yo la entiendo, siempre tenemos que estar
dispuestos a colaborar y a poner nuestra experiencia al servicio del Gobierno, sea del signo que sea.
El Gobierno tiene que ser receptivo, no de boquilla, sino con hechos.