“Las viviendas del sur siempre han tenido unas características vinculadas al día a día, a la vida en el patio o en la calle. Esto con el tiempo ha cambiado: hemos pasado de viviendas tradicionales adaptadas a las necesidades del entorno a viviendas en cuya construcción el criterio de confortabilidad no se tiene en cuenta. Las viviendas en el sur, en este momento y debido a que gran parte del año tenemos una climatología amable, no están adaptadas al frío intenso. En otras palabras: no se ha invertido en ese confort”.
José Carlos Claro, aparejador y profesor asociado de la asignatura Construcción Sostenible de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Edificación, está al frente de Rehabilitaverde, un evento organizado por el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla y Emvisesa que tendrá lugar el próximo mes de abril y que "acercará a Sevilla las novedades, soluciones técnicas y ayudas relacionadas con la rehabilitación sostenible".
Con respecto a la ola de frío que ha asolado España en los últimos días, José Carlos Claro afirma que “con los cambios que venimos sufriendo en climatología, cada vez es más palpable la falta de adaptación de nuestro parque de viviendas. Hasta hace poco era sencillo y relativamente barato combatirlo con equipos de climatización. La subida permanente de combustibles y energía hace que esto no sea un camino viable para muchas familias. Cada vez es más palpable la “pobreza energética” sobre todo en viviendas construidas en los años 70, 80 y 90”.
Claro recomienda que lo más adecuado y efectivo son los “modelo frigorífico” y “modelo invernadero”. El primero de ellos se basa en generar calor en el interior y evitar que esa energía se vaya, similar a lo que hace el frigorífico con el frío: las paredes y ventanas deben estar aisladas evitando de esta manera que la energía se pierda a través de estos elementos, instalando aislamientos en cámaras de aire y dobles ventanas, ambas buenas soluciones, así como la hermeticidad del cierre.
De otro lado, el modelo invernadero trata de captar a través de los vidrios de las ventanas los rayos del sol, para lo que es necesario que la vivienda esté correctamente orientada. Ayudas para la rehabilitación José Carlos Claro insiste en una idea base: “los aparejadores son los técnicos mejor cualificados para asesorar en el acceso a subvenciones que mejoren las condiciones climáticas de las viviendas”.
Actualmente, hay vigente un programa de rehabilitación por parte de la administración que permite actuaciones en este campo. Se trata del Programa PREE, cuya finalidad es reducir el consumo energético bajo criterios de eficiencia y uso de renovables y activar la rehabilitación energética de los edificios como actividad económica, que permita modernizar e incrementar la competitividad del sector de la construcción andaluz. Este programa incluye tres tipos de actuaciones para aumentar la eficiencia energética del sector de la edificación andaluz, que representa en torno al 20% del consumo de energía final, entre ellas la mejora de la envolvente térmica para reducir la demanda energética en calefacción y climatización de los edificios existentes.
Estas actuaciones se pueden realizar en viviendas unifamiliares, edificios residenciales de viviendas colectivas y en otros de uso administrativo, docente, sanitario, cultural, etc., con un incentivo base del 35% de la inversión si se actúa sobre el edificio completo o de un 25% si se hace sobre una o varias viviendas/locales del mismo edificio, teniendo un límite máximo de 6.000 euros por vivienda en el caso de los usos residenciales, “siempre de la mano de un aparejador, que es quien conoce perfectamente la vivienda”, insiste Claro.
Llegados a este punto, José Manuel Flores, presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla, manifiesta que este es un asunto de gran interés social, ya que “el confort y la sostenibilidad deben ir cogidos de la mano. No tenemos recursos energéticos ilimitados, por lo tanto las medidas que se tomen deben estar vinculadas a disminuir los consumos de nuestros edificios y a la utilización de materiales que generen un bajo impacto de contaminación, tanto en emisiones de CO2 como otros productos contaminantes”.
Además, Flores insiste en que “los aparejadores ponemos mucho más en valor nuestro compromiso social ya que nuestra figura es realmente la del técnico cualificado y de cabecera de cualquier edificio o local comercial. Por ello, ofrecemos asesoramiento para este tipo de acciones para la consecución de ayudas a la ciudadanía así como aunamos esfuerzos con la Administración en la búsqueda de soluciones para la rehabilitación y el bienestar”.
Este será uno de los asuntos que se abordarán el próximo mes de abril en Rehabilitaverde 2021, que acercará, fomentará y explicará al ciudadano los valores de una economía sostenible; informando de los avances en materia de eficiencia energética, rehabilitación, confort, ahorro en iluminación, eficiencia hídrica, materiales renovables y otros recursos de utilidad. “La optimización de recursos energéticos y económicos, así como la rehabilitación energética es una necesidad urgente para la ciudad”, señala el presidente de los aparejadores de Sevilla.
El desarrollo del encuentro se centrará en generar dos espacios expositivos en la ciudad y varios puntos informativos. La Plaza Nueva y San Bernardo son ubicaciones propuestas que permitirían alcanzar los objetivos previstos, llegando al corazón de la ciudad y de los ciudadanos.