La asociación de comerciantes de Sevilla y su provincia (Aprocom) ha reclamado este martes ayudas "a fondo perdido" para el sector ante la "situación límite" que vive el comercio, derivada de la pandemia del coronavirus, lo que ha motivado esta nueva llamada de auxilio.
"Casi un año después de nuestro anterior llamamiento, desde la patronal del comercio alzamos la voz para hacer ver que, partiendo del indudable necesario control de la enfermedad, las restricciones horarias y la falta de movilidad perimetral son factores claves para nuestro sector, se ha producido un acusado descenso en lo que lo que llevamos del periodo de rebajas", destaca la entidad en un comunicado.
Las pérdidas en ese periodo de rebajas son superiores al 60 por ciento en ventas. "Podemos afirmar que se trata de la peor campaña desde que existe como tal", y ello, "unido al desastroso periodo navideño", ha hecho que el comercio de Sevilla esté "al límite de su supervivencia". Además, "hemos constatado que, con el actual horario de apertura, la actividad comercial es nula por la tarde, con el cierre a las 18,00 horas".
De ahí que, en la medida de lo posible, "solicitamos a la Junta una ampliación del horario de cierre y una movilidad basada en las comarcas y áreas metropolitanas, ya que muchas pequeñas poblaciones no cuentan con oferta comercial suficiente en su localidad y necesitan desplazarse a ciudades más grandes". Aligerar esas restricciones, en función de los parámetros sanitarios, "ayudaría a un pequeño impulso del consumo y ventas, en estos momentos tan necesario.
De otra parte, reclamamos a las diversas administraciones que el cierre progresivo o temporal de actividades económicas y con restricciones a la movilidad ha de ir acompañado de ayudas públicas directas, subvenciones a fondo perdido, bonificaciones y exenciones fiscales. "Los comercios cerrados no pueden atender ya sus obligaciones financieras y costes fijos", destaca el comunicado.
Países como Francia, Alemania, Inglaterra, Bélgica o Italia "han ido más allá" de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) o la financiación a través de los préstamos ICO, con "paquetes de ayudas directas a fondo perdido a empresas y trabajadores, como el fondo de solidaridad francés para pequeñas y medianas empresas obligadas a cerrar o a reducir fuertemente su actividad".
"En Alemania, el Gobierno les sufraga en algunos casos hasta el 75 por ciento de los ingresos que declararon en noviembre de 2019. Otros países como Bélgica han dividido las subvenciones directas a recibir en dos tramos: las empresas cerradas y las que han abierto pero que puedan acreditar que su facturación ha caído un 40 por ciento".
Además, desde Aprocom reclaman que es necesario "sortear la enrevesada" burocracia y agilizar el proceso para que las ayudas lleguen a tiempo. De este modo, solicita a la Junta que, en la convocatoria de subvenciones para impulsar la modernización y mejora de la competitividad de las pymes comerciales de 26 de junio 2020, ponga todo su esfuerzo en solventar los problemas surgidos en la tramitación del expediente y que ya hemos transmitido a la administración autonómica.