La
empresa pública de aguas metropolitana Emasesa analiza desde que estalló la
pandemia las
aguas residuales para detectar
restos de coronavirus. Es un sistema de alerta que permite a las
autoridades sanitarias anticiparse en la toma de decisiones al contar con una
información precisa de dónde y en qué cantidad se están detectando restos del virus.
En las últimas semanas, ese análisis ha incorporado la
búsqueda de cepas o variantes del virus tales como la británica. El resultado de estos estudios es, por el momento tranquilizador. El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, ha señalado este lunes que “
no hay elementos” que hagan pensar que hay una presencia predominante y, por tanto, preocupante, de esas cepas. “
Pero esto puede cambiar, como hemos visto a lo largo de este año”, ha apostillado Espadas. “
La situación es estable pero no es ninguna garantía”, ha reconocido el alcalde. Los contagios en Sevilla se mantienen estables en el entorno de los cien por cada 100.000 habitantes.