El Real Alcázar de Sevilla ha iniciado las obras de restauración de la Fuente del Jardín del Príncipe, del siglo XVIII, con el objetivo de recuperar su funcionalidad y conservar los materiales y su estética, deteriorados por el paso del tiempo y la acción calcárea del agua de pozo de la que se surtía, entre otros motivos.
El presupuesto de esta intervención alcanza los 33.500 euros y ha recibido una subvención de 25.124 euros por parte del Ministerio de Cultura y Deporte en el marco de la convocatoria pública de ayudas para conservación, protección y difusión de bienes declarados Patrimonio Mundial por la Unesco, según ha explicado el Consistorio en un comunicado.
El delegado de Hábitat Urbano, Cultura y Turismo, Antonio Muñoz, ha explicado que se trata de un trabajo "muy profesional y minucioso" y que forma parte de "la estrategia de constante inversión" en los elementos patrimoniales del Real Alcázar.
"Las fuentes tienen una importancia capital en la configuración y en la riqueza patrimonial de los jardines históricos del monumento, y sobre estas existe un ambicioso plan tanto de restauración de aquellas que lo necesitan como de conservación preventiva para las que recientemente fueron restauradas, todo con un escrupuloso respeto hacia su origen, su estética histórica", ha valorado.
El delegado ha visitado estas obras junto con el alcaide del monumento, Román Fernández-Baca, y la directora conservadora del mismo, Isabel Rodríguez.
La fuente en cuestión se ubica en el Jardín del Príncipe --junto al Palacio Mudéjar y llamado así en honor del único hijo varón de los Reyes Católicos, el príncipe Juan, nacido en el Real Alcázar en 1478--, está datada en torno a 1760-1770 y fue objeto de una intervención de conservación hacia 1975. Se trata de una fuente de planta hexagonal que consta de una pila circular de mármol blanco con un pequeño surtidor de bronce y está asentada sobre una base cuadrada del mismo material.
Además, del deterioro de sus materiales por el paso del tiempo y la formación de gruesas capas de concreciones calcáreas que recubrían el interior del estanque y los elementos pétreos debido al elevado nivel de minerales, sales de calcio y magnesio del agua de pozo de la que se nutría, presentaba una deficiente cimentación debido a las filtraciones en el terreno.
Se surtía del agua del aljibe del Chorrón --y este, a su vez, de pozos-- mediante caída libre, es decir, sin motor que la impulse a través de las conducciones. Pérdidas de pasta y de vidriado, fracturas y microfracturas de piezas, falta de cohesión de la pasta, cromatización oscura de la piedra por la actividad microbiológica son algunas de las patologías que revela este elemento patrimonial.
El Ayuntamiento ha explicado que el proyecto de restauración atiende al principio de mínima intervención para respetar su originalidad histórica, lo que supone que "en ningún momento se puede trastocar su composición artística y estética, siendo el objetivo prioritario la recuperación de la integridad original".
Además, abarca a la fuente en sí, sus piezas cerámicas y elementos pétreos y contempla la renovación del sistema hidráulico, que, asimismo, estará nutrido por agua de la red urbana y no de pozo como en la actualidad, para así evitar los problemas calcáreos.
Para proceder a la intervención, el equipo de restauración ha desmontado por completo la fuente y sus elementos cerámicos. Con anterioridad, se han realizado estudios analíticos, geológicos y microbiológicos y un trabajo de documentación, así como pruebas y ensayos de idoneidad de los tratamientos de limpieza y consolidación.
A partir de estos estudios, se están ejecutando trabajos que incluyen limpieza mecánica y química, tratamiento microbiológico, revisión de toda la superficie cerámica y de la fijación del vidriado, construcción de una nueva cimentación previa extracción de las piezas del solado exterior, relleno de oquedades, consolidación de los soportes cerámicos, pétreos y metálicos, reintegración de piezas, protección frente al desarrollo de microorganismos e instalación de un nuevo sistema hidráulico con circuito de recirculación del agua con bomba de impulsión reutilizando las conducciones existentes siempre que su estado lo hagan posible.
El Real Alcázar incluía la actuación sobre este elemento patrimonial en 2016 dentro de su programa de restauración de las fuentes del conjunto monumental. Se está interviniendo sobre todas ellas de forma escalonada, y así se ha hecho en las fuentes de la Danza, de las Damas y la Fuente Real, con un presupuesto de 141.000 euros, y se proyecta la restauración integral del Estanque de Mercurio, que prevé la recuperación de todos los surtidores de agua originales y tendrá una inversión aproximada de 200.000 euros.
LA RIQUEZA CERÁMICA
La Fuente del Jardín del Príncipe es de planta hexagonal, con una pila circular de mármol blanco y un pequeño surtidor de bronce asentada sobre una base cuadrada del mismo material.
El estanque hexagonal rehundido está revestido con azulejos de técnica lisa monocromos y polícromos tanto en el solado como en los alzados. Son azulejos polícromos tipo Deflt con distintos motivos en los alzados, mientras que en el suelo se combinan con olambrillas y guardillas decorados también tipo Deflt formando una composición hexagonal. El borde del estanque se conforma con escuadras en azul y blanco.
El pavimento perimetral, que mantiene la planta hexagonal de la fuente, posee un esquema compositivo muy elaborado y compuesto por ladrillos bizcochados de pasta clara y rojiza, azulejos monocromos blancos y azules y azulejos, olambrillas y guardillas pintadas a pincel en colores y alizares pintados de azul. Todo el perímetro exterior lo cierran escuadras en azul y blanco.
En la fuente confluyen cuatro pasillos del jardín dispuestos en cruz con pavimentación de ladrillo y escuadras azul y blanco en los laterales.