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Viernes 15/11/2024
 
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sociedad

El Papa Francisco aprueba milagro para declarar beato a Juan Pablo I

Todavía no se ha anunciado la fecha en la que tendrá lugar la ceremonia

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  • Vaticano. -

El Papa ha aprobado el milagro necesario para la beatificación de Juan Pablo I, cuyo pontificado duró tan solo 33 días, uno de los más breves de la historia. Este hecho provocó que 1978 estuviera marcado por la presencia de tres sucesores de Pedro.

Así lo ha confirmado la oficina de prensa de la Santa Sede en un comunicado. Todavía no se ha anunciado la fecha en la que tendrá lugar la ceremonia.

El milagro aprobado por Francisco -paso necesario para la beatificación- es la curación extraordinaria de una niña que padecía una forma grave de encefalopatía.

Albino Luciani fue el primer papa nacido en el siglo XX y también el último en morir en dicho siglo. Asimismo, es el último pontífice italiano hasta la fecha, y el último de una larga sucesión ininterrumpida de papas italianos a lo largo de más de cuatro siglos, iniciada con Clemente VII en 1523. Tras su muerte repentina, le sucedió el cardenal polaco Karol Wojtyla, que adoptó el nombre de Juan Pablo II.

Fue declarado Siervo de Dios por su sucesor, Juan Pablo II, el 23 de noviembre de 2003, el primer paso en el camino a la santidad. El papa Francisco confirmó su virtud heroica el 8 de noviembre de 2017 y le proclamó Venerable.

Luciani nació el 17 de octubre de 1912, en Forno di Canale (hoy Canale d'Agordo), Italia. Hijo de un fabricante de vidrio, quedó huérfano de madre a los diez años de edad. El padre, Giovanni Luciani, contrajo segundas nupcias con una mujer muy devota que sería determinante en la vocación religiosa del niño. Formado en el Seminario Menor de Feltre y en el Seminario Gregoriano de Belluno, Albino Luciani fue ordenado sacerdote en 1935, pasando ese mismo año a Roma, en cuya Universidad Gregoriana estudió filosofía y se doctoró en teología.

Ejerció como profesor y director del Seminario de Belluno antes de ser nombrado obispo de Vittorio Veneto en 1959, y patriarca de Venecia diez años después. En 1973 obtuvo el cardenalato y entró en la Congregación para los Sacramentos y el Culto Divino. Afín a la corriente renovadora iniciada con el Concilio Vaticano II, Albino Luciani había participado en sus sesiones entre 1962 y 1965, aunque prefería las labores pastorales a las de la curia.

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