La Asociación Estatal de Acogimiento Familiar (ASEAF) exige una revisión urgente del sistema de protección de menores y un Pacto de Estado para su desinstitucionalización ante los recientes casos de abusos o explotación sexual de menores tuteladas en varias comunidades.

El objetivo es que los 17.000 menores que viven en España tutelados en centros, lo hagan en una familia, subraya la asociación en un comunicado, en el que recuerda que todas las comunidades autónomas, que son las competentes en materia de menores, deben priorizar el acogimiento familiar sobre el residencial, tal y como marca la ley.

El sistema de protección debe contar con los protocolos de prevención, detección e intervención necesarios para evitar que estos menores, cuyas circunstancias emocionales, afectivas y psicológicas les convierten en un colectivo de especial vulnerabilidad, sean víctimas de violencia dentro del propio sistema.

"El camino lo marca la ley: garantizarles un entorno protector en una familia de acogida", incide ASEAF, ya que "los niños entran en las residencias y se vuelven invisibles para la sociedad".

En España en 2020, el 73 % de los 11.750 menores que entraron en el sistema de protección ingresaron en una residencia, frente al 27 % que fueron a una familia. Y de los que entraron en centros, solo 11 de cada 100 regresó con su familia de origen, según los últimos datos actualizados por el Observatorio de la Infancia del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

Para la asociación, tras la aprobación de la reciente ley de protección integral de la infancia y la adolescencia frente a la violencia y el mandato legal de priorizar el acogimiento familiar, los poderes públicos "no pueden desperdiciar" la oportunidad para abordar "de una vez por todas" el cambio del acogimiento residencial al familiar.

Abogan por que todas las comunidades tengan un plan de desinstitucionalización a medio plazo, dotado presupuestariamente, y que cuente con estrategias específicas de sensibilización sobre el acogimiento familiar y campañas continuas de captación de familias acogedoras en las diferentes modalidades: urgencia, temporal y permanente.

"La solución no está solo en mejorar los centros residenciales o los protocolos de detección y actuación, sino en que el acogimiento residencial sea una medida de último recurso", subraya la presidenta de ASEAF, María Arauz de Robles.