La niña de 9 años de L'Hospitalet de Llobregat (Barcelona) secuestrada en la selva de Bolivia durante siete meses y liberada en una operación de la Guardia Civil y los Mossos d'Esquadra ha vivido un "infierno" al vivir con su secuestrador que quería casarse con ella --no han confirmado que la violara-- y la obligaba a trabajar.
En una rueda conjunta, el inspector de los Mossos d'Esquadra Jordi Domènech ha explicado que, de momento, todas las hipótesis están abiertas, pero creen que sus padres han sido "engañados" aunque no descartan que hayan tenido algo que ver con el secuestro -- no están imputados--, y esperan el regreso de la niña para que cuente su versión.
El capitán de la Guardia Civil Álvaro Montero ha indicado que la niña salió del país con un pasaporte marroquí --sus padres viven en España sin residencia legal-- y con un poder notarial que permitía al vecino y amigo de sus padres viajar con ella, pero no debería haber podido entrar en Bolivia sin visado; el equipo de la Guardia Civil ha estado un mes para liberarla en Bolivia.