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Viernes 15/11/2024
 
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sociedad

Alemania y los recortes en cursos para inmigrantes

El parlamento alemán deja de lado de sus presupuestos generales una ayuda llamada ESF-BAMF

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  • Cursos. -

El pasado mes de abril el “programa ESF-BAMF” desapareció. Era una ayuda para estudiar alemán en Alemania que proporcionaba el Departamento federal de Inmigración y Refugiados junto con el Fondo Social Europeo. El programa iba destinado a todos aquellos inmigrantes que querían ascender en su puesto laboral o que querían buscar un trabajo. Los requisitos eran mínimos, uno de ellos es que ya conocieras el idioma alemán.

Se Habla en pasado porque para este año 2014 y comienzos del 2015 esa ayuda al inmigrante ya no se va a ofrecer. Angela Merkel y su equipo han decidido que este recorte es necesario. Nadie entiende cómo puede ser que este programa que ha hecho que muchos de los inmigrantes que viven en Alemania -gracias a este tipo de cursos han podido progresar en su trabajo y cotizar en el país germano- haya desaparecido.

Hace más de 40 años sucedió un problema que se relaciona. Hablamos del problema de la inmigración de la comunidad turca en la capital alemana, Berlín. Desde que se construye el muro de Berlín, el bando aliado se da cuenta de que la población turca trabajaba más barato que los españoles o los italianos. Al llevarlos para Berlín se alojan en los barrios más pobres y peor comunicados, creándose guetos y no llegando nunca a aprender alemán. Esa primera generación no llegó a integrarse en la cultura alemana, y ha arrastrado el problema hasta hoy.

La desaparición del programa ESF-BAMF nos hace pensar en tiempos pasados, donde el inmigrante era la persona que hacía el trabajo que los alemanes no querían hacer. Sin estos cursos, la búsqueda de empleo de un inmigrante sin formación superior se reduce considerablemente. El nivel de alemán es mucho peor, por lo tanto, hay menos cultura.

Esta medida nos afecta porque Alemania ya no es el paraíso que los jóvenes -y no tan jóvenes- españoles buscan para ir a trabajar. Con el castellano como bandera no tendremos oportunidades laborales en el país teutón. Seremos, seguramente, personas inadaptadas que tendremos que volver a España con el rabo entre las piernas y habiendo aprendido alemán en escuelas privadas.

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