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Sábado 16/11/2024
 
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sociedad

El padre Toño: \"Mi experiencia puede contribuir a organismos internacionales en cooperación\"

\"Mi experiencia puede contribuir a muchos organismos internacionales o a cooperación española y europea para profundizar en líneas de cooperación\", ha asegurado

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  • REENCUENTRO -

El sacerdote pasionista Antonio Rodríguez López-Tercero, conocido como padre Toño, natural de Daimiel (Ciudad Real), que ha regresado este domingo a España desde El Salvador, tras ser encarcelado acusado de colaborar con las 'maras', ha asegurado que su experiencia puede "contribuir a muchos organismos internacionales" para profundizar en líneas de cooperación.

   "Mi experiencia puede contribuir a muchos organismos internacionales o a cooperación española y europea para profundizar en líneas de cooperación", ha asegurado en declaraciones a la COPE recogidas por Europa Press.

   Según ha precisado el padre Toño, durante los 15 años que ha vivido en El Salvador ha trabajado "por los más desfavorecidos de la sociedad" y ha estado "con los crucificados del día a día".

   Por ello, aunque admite que los 37 días que ha permanecido en la cárcel salvadoreña han sido "duros física y psicológicamente", afirma que "nunca" se ha sentido "culpable" sino "inocente". "Aunque estaba preso, sentía muy libre mi conciencia", ha indicado.

   El sacerdote, que se marchó a El Salvador con 22 años recién cumplidos considera que ha sido "más parte de la solución que del problema" en este país en el que ha llevado a cabo políticas de prevención, reinserción y atención a las víctimas de la violencia. Así lo ha hecho a través de la ONG 'Servicio social pasionista" que aún sigue funcionando.

   El padre Toño cree que es necesario "seguir humanizando al mundo" y hacerle consciente de la realidad que se vive en países como El Salvador donde "los jóvenes se matan en las calles" y donde "no hay cultura de derechos humanos".

   El sacerdote Antonio Rodríguez ha sido condenado a una pena de 30 meses en El Salvador por colaborar con las 'maras', pandillas juveniles locales en cuya reinserción trabajaba, pasándoles objetos ilegales, concretamente, teléfonos móviles.

   La resolución judicial ha permitido que el sacerdote pueda sustituir la pena de cárcel en el país centroamericano por la prestación de servicios sociales fuera de El Salvador, lo que le ha permitido regresar a España.

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