La Coordinadora de Representantes de Estudiantes Universitarios (CREUP), la Federación de Asociaciones de Estudiantes (FAEST) y el Sindicato de Estudiantes consideran que la salida del ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, que "destrozó la igualdad de oportunidades" llega tarde y mal, pues no es un castigo por su gestión sino "un regalo de bodas".
"Creemos que el ministro debió marcharse hace mucho tiempo y es una lástima que se vaya por algo personal y no por la puerta de atrás, como debería haber sido. Es un intento de lavado de imagen y un regalo de bodas del PP, que le va a regalar un puesto en la OCDE para que pueda hacerse un lavado de imagen", afirma el presidente de FAEST, Alejandro Delgado.
En su opinión, la gestión de Wert "ha estado marcada tanto por el ataque continuo a la comunidad universitaria tanto como a la educación secundaria y a los docentes en general". "El balance que se puede hacer de su gestión es que se ha cargado la igualdad de oportunidades, creando un sistema elitista qe va a costar mucho cambiar", ha asegurado en declaraciones a Europa Press.
Para el presidente de CREUP, Luis Cereijo, "es indiscutible que su legado como ministro es una destrucción total de la igualdad de oportunidades" en la Educación española, que empezó con el real decreto de 2012 que permitió "la mayor subida de las tasas de matriculación de la historia de España" y siguió con un decreto de becas que "cambió un derecho por un sistema competitivo".
"Wert es un simbolo de lo peor en la lucha por la igualdad de oportunidades pero la salida llega tarde, no tendría que haberse producido a cinco meses del fin de legislatura sin responder a ninguno de los criterios por los que nosotros creemos que jamás debió ser ministro de Educación y Cultura de nuestro país", ha afirmado.
El Sindicato de Estudiantes, sin embargo, se arroga la salida del ministro y lo considera una victoria. "No se trata, como quieren hacernos creer, de un cese ni de un cambio inocuo. En estos años de intensa movilización hemos desenmascarado la verdadera preocupación del ministro: intentar destruir la educación pública fuera como fuese, para abrir las puertas de par en par a los que pretenden hacer de la educación un suculento negocio (...) Wert, no te vas ¡Te hemos echado!", afirman.
En su opinión, el hecho de que "cientos de miles" de profesores, estudiantes y padres hayan salido "de manera constante" a las calles en defensa de la educación pública "explica que ahora el PP cuando se ve ante las peores perspectivas electorales de su historia tenga que deshacerse a toda prisa de quien mes tras mes, durante casi cuatro años, ha sido valorado como el peor ministro desde la caída de la dictadura".
POCO TIEMPO PARA CAMBIOS
En cuanto al nuevo ministro, Íñigo Méndez de Vigo, tanto en FAEST como en CREUP le dan un voto de confianza y esperan que, al menos, sea capaz de entablar un diálogo con la comunidad estudiantil, aunque se muestran "escépticos" sobre la posibilidad de que su llegada suponga algún tipo de cambio en una línea política que ambas organizaciones consideran deplorable. "Las medidas las ha aprobado un consejo de ministros y un gobierno que aún continúa", recuerda Cereijo.
"Es una persona desconocida para la comunidad educativa así que ya es el primer error, porque no conce lo que supone y conlleva el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, aunque le demos un voto de confianza. No tendrá mucha oportunidad de hacer cosas. Lo que sí pedimos es que de forma inmediata, se paralicen las reformas y se paguen las becas, que los importes no han llegado aún a todo el mundo", señala Alejandro Delgado.