Al nacer, cada uno de nosotros va dejando lo que se considera en el mundo de la ecología, una huella ecológica. Se traduce en el daño o beneficio que se le causa al medio ambiente de forma directa, o indirecta. La sobrepoblación de personas en el mundo ha ocasionado que cada vez tenga más incidencia la conducta humana y sus hábitos, en el medio ambiente en el que reside. Pero, también los productos que fabrica.
Los métodos de fabricación, la búsqueda de los materiales y hasta el funcionamiento emite agentes contaminantes en cantidades supuestas, pero casi siempre dañinas al ecosistema. Es por eso que cada año se hace más representativo entre los competidores, marcas y fabricantes, fabricar modelos más limpios de todos los artefactos eléctricos.
No sólo se trata de una cuestión de conciencia y responsabilidad. Va más allá de todos los parámetros éticamente medibles para ingresar al apartado de la rentabilidad. Al ser aparatos más limpios, pueden trabajar más eficientemente y durante mucho tiempo adicional. Los costos de producción en masa de estos aparatos suelen ser mucho menores, además. Todo un movimiento que parece estar llegando a buen puerto.
La preocupación de la nueva generación por la ecología
Gran parte de la responsabilidad en que estos movimientos y cambios corporativos comiencen a darse está surgiendo en las bases juveniles de todo el mundo. Los jóvenes, desde siempre, son los que acabarán heredando el mundo. La llamada generación de relevo. Dejar un mundo mejor para ellos es mucho más que una obligación, pero, ellos, también quieren hacerse parte de esa responsabilidad y abogan por sus medios y hasta donde se les permite por exigir su derecho a vivir en un lugar habitable, saludable, en armonía con todos los elementos.
La preocupación creciente por la ecología y el cuidado de los ecosistemas por parte de este sector de la población es lo que ha motivado a muchas empresas a dar el paso. Saben que el futuro no sólo está en manos de estos jóvenes, sino que también potenciales clientes para el futuro, que fácilmente se identificarán con una marca que esté acorde a sus principios de ecología y paz medioambiental.
La difusión de contenidos juega un papel clave
Gracias a portales muy elaborados y con conocimientos amplios como la plataforma arquitectura Ovacen, un sitio de obligatoria lectura en el campo del diseño y de la arquitectura sostenible, y a otros similares, la mayoría de los lectores españoles se han podido percatar de que existen otras vías, caminos alternativos que comprometen menos al medio ambiente y no perjudican en lo más mínimo la sensación de bienestar y confort para el día a día en las ciudades.
La difusión de estos contenidos, la incentivación a la práctica y la lectura de estos, juega también un papel fundamental en las batallas por un sector de los artefactos eléctricos cada vez más limpio. Desarrollos que permitan hacer más con menos, y gastando menos energía en el proceso. Desarrollos que se encaminen a hacer vivir a todos mejor, sin que eso signifique hacer vivir peor a muchos otros, que ni tienen responsabilidad directa en las decisiones, y a veces ni siquiera saben cómo se han estado haciendo las cosas, en detrimento propio.
De uso masivo: los coches y su innovación hacia lo eléctrico
El campo eléctrico siempre ha estado presente en los coches. Está muy claro que el costo de producción de combustibles fósiles es mucho más elevado que el costo de la electricidad. Además, trabajar en base a motores eléctricos ofrece mayores oportunidades de eficiencia. Es decir, se gastaría menos cantidad de combustible en las mismas distancias recorridas, en una comparativa básica.
Se calcula que en el mundo hay 3 vehículos por persona. Una cifra alarmante si se tiene en cuenta que más del 87% de estos coches funciona con combustibles fósiles. Es por eso que los movimientos empresariales de migración parcial o total hacia el “coche eléctrico” será un tema muy debatido en la sociedad que tome las decisiones. Sus costos finales podrían ser más accesibles, y los beneficios son mucho mayores a los riesgos potenciales.
Los más urgentes: aires acondicionados
La urgencia de este mercado radica en su demanda creciente. Generalmente, al buscar uno de estos artefactos electrónicos lo único que interesa es conseguir un aire acondicionado barato. Sin embargo, más allá de que sea un aire acondicionado muy económico, al mejor precio, y posiblemente de una marca reconocida, la demanda de que estos no sean altamente contaminantes se ha vuelto una constante, igual de ascendente que la demanda, en todos los consumidores.
Por norma general, aún es temprano en este nicho de mercado y todavía comprar un aire acondicionado con una huella ecológica corta puede resultar costoso. Prima encontrar un aire acondicionado de calidad a buen precio, y después de ello que vengan todos los valores añadidos, entre ellos su compromiso medioambiental. A pesar de ello, la marca de aires acondicionados Mitsubishi Electric ha dado una señal importante en el desarrollo e innovación de estos artefactos, irrumpiendo en el mercado español con una propuesta totalmente verde. Ofrecer productos de calidad y con una huella ecológica imperceptible, sí es posible.
Es el camino correcto, sin dudas
Aunque todavía es temprano para hacer un balance general y dar cifras finales y definitivas, sí está siendo una hora común para que mucha gente tome este testigo para sí, como un compromiso propio. Fomentar el consumo no solamente se basa en conseguir chollos en precio, sino que también va a pasar por conseguir descuentos en la cantidad de energía por año que consume, y por ende, la calidad medioambiental que mantiene.
No queda ninguna duda de que el camino correcto es ese que se ha iniciado. Pronto, muchas marcas y grandes corporaciones se unirán al movimiento de la electrónica ecológica, desde los ámbitos micro, hasta los macro, y en un tiempo prudencial se estará hablando no de consumo en términos monetarios, sino en términos de energía gastada. Los que más ahorren, serán mejor vistos.
