Las lentillas progresivas, también llamadas multifocales, son
lentes de contacto diseñadas para corregir problemas de visión mediante diversas graduaciones que permiten poder ver mejor los objetos cercanos, a distancias lejanas o a distancias intermedias, dependiendo de las necesidades del ojo de cada persona. Se trata de un tipo de lentilla normalmente pensada para
corregir problemas de presbicia que surgen con edades avanzadas, cuando el ojo presenta visión cansada y ya no puede enfocar bien los objetos. Las lentillas progresivas pueden ser
mensuales, que suelen resultar ser las más cómodas, ya que se pueden utilizar las mismas durante 30 días; las
lentillas diarias, son desechables por día y unicamente recomendables para aquellos que no las puedan utilizar con mucha frecuencia; y
lentillas semanales.
Hasta hace un tiempo, lo frecuentemente utilizado para corregir este tipo de problemas visuales eran las gafas con cristales progresivos pero, aunque actualmente llevar éstas pueden ser parte de un estilo y una tendencia, lo cierto es que
las lentillas nacen para proporcionar mayor comodidad que las gafas, en parte por motivos estéticos para muchas personas. Las lentes de contacto, permiten ver mejor todos y cada uno de los objetos, desde cualquier ángulo, ya que se encuentran totalmente adaptadas a la pupila del ojo, evitan problemas como la posible pérdida de las gafas por algún despiste y además, que éstas se rompan.
Existe una
diferencia entre las lentes multifocales y las bifocales. Las primeras están diseñadas para que la graduación permita ver objetos de cerca y a distancias normales, mientras que las bifocales cuentan con graduaciones para cerca y de lejos pero de forma más pronunciada. En cuanto a éstas últimas, se pueden encontrar
blandas o rígidas permeables, aunque también se pueden encontrar
lentillas híbridas, compuestas de diferentes materiales que conforman las distintas partes de la lentilla.
En cuanto a los diseños, existen dos: las que cuentan
con círculos concéntricos y, por otro lado, las asféricas. En las primeras, cada uno de los círculos que conforman la lentilla, cuenta con una potencia de graduación distinta para corregir en distinto nivel la visión de lejos y la de cerca. Las segundas cuenta con zonas cerca del centro del ojo que permiten mantener la graduación de lejos y de cerca. Éstas hacen una labor similar a las lentes progresivas de las gafas.
Antes de comprar unas
lentillas progresivas, lo primero que se debe hacer es
consultar con el especialísta para que éste gradúe correctamente la vista del paciente y recomiende el uso de las que sean estrictamente necesarias. Además, si se trata de un usuario nuevo de lentillas, tendrá que someterse a un pequeño periodo de prueba con el fin de verificar que éste se adapta perfectamente a las lentillas y que sabe cómo ponerselas y quitárselas de forma correcta.
Por último, es importante saber que, sea cual sea el tipo de lentillas a utilizar, éstas
no deben usarse de forma prolongada, a diferencia de lo que ocurre con las gafas. Se debe guardar un determinado número de horas al día en las que el ojo pueda descansar, ya que de lo contrario se pueden acarrear perjudicales consecuencias en la visión y daños físicos en el globo ocular.