Una veintena de españoles y franceses han recorrido 554 kilómetros en bicicleta entre Fianarantsoa y Mangily, en la isla de Madagascar, con el objetivo de recaudar fondos para apoyar la escolarización de más de 2.000 niñas y niños beneficiarios de los programas de lucha contra la explotación infantil de La Fundación Agua de Coco y Eau de Coco Francia.
La iniciativa, que se ha realizado bajo el nombre 'Roul mon Coco', se ha dividido en ocho etapas, en las que los participantes han convivido con las comunidades de los pueblos malgaches por los que han pasado, conociendo también los proyectos que se llevan a cabo.
Este reto que aúna deporte, solidaridad y convivencia, nació de la voluntad de Stéphane Hamois, responsable de Eau de Coco Francia, y su hijo Loick de compartir la experiencia de realizar esta ruta en bicicleta con el mayor número de gente posible. "La filosofía de Agua de Coco se apoya en dos pilares, encontrarnos y estar juntos", afirma Stéphane.
En la primera edición se contó con la colaboración de Cinecicleta, proyecto que se dedica a recorrer el mundo proyectando documentales y películas en pueblos remotos en los que la energía eléctrica apenas llega. Este proyecto utiliza un sistema mediante el cual se alimenta un proyector de cine dando pedales a una bicicleta que ejerce como dinamo.
Con el mismo espíritu que Cinecicleta, cada pedalada de los participantes de 'Roul mon Coco' representa "la oportunidad de acercar un futuro mejor a unos jóvenes que a menudo no tienen recursos para ir a la escuela y hacer frente a todos los gastos que conlleva", según explican desde la organización.
A través de esta iniciativa se recaudarán fondos para la campaña 'Un clic, un año escolar, un futuro', que tiene como objetivo no solo escolarizar a más de 2.000 niñas y niños en Madagascar y Camboya, sino también a través del suministro de material escolar, inscripción y apoyo educativo, formación a profesorado, atención a las necesidades nutricionales de las niñas y niños escolarizados, formación en agricultura y ganadería y alfabetización de madres y padres.
Agua de Coco se dedica desde 1994 a la cooperación internacional y desde hace diez años a la sensibilización y educación al desarrollo. Su principal misión es contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas desfavorecidas en Madagascar y Camboya, especialmente de las mujeres e infancia, a través de la educación como motor de desarrollo sostenible.