El gallego Darío Rivas Cando, impulsor de la querella argentina contra los crímenes del franquismo, ha fallecido a los 99 años de edad en Buenos Aires (Argentina).
Según informa la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), Rivas falleció el lunes en la capital argentina, en donde residía tras emigrar de niño.
Era hijo de Severiano Rivas, alcalde republicano de Castro de Rei (Lugo), secuestrado y asesinado en 1936 por "traición a la patria". En 2005, Darío Rivas consiguió recuperar el cuerpo de su padre, tras ser encontrado en una de las exhumaciones de fosas comunes realizadas por la ARMH en el municipio lucense de Portomarín.
Con la presentación de la querella en Argentina en 2010 se buscó abrir una causa en jurisprudencia internacional contra el genocidio del franquismo desde 1936 hasta la 1975, en la misma línea que supuso el procesamiento de Augusto Pinochet, ante la existencia en España de la ley de amnistía y punto final que impide estos procesos.
LA QUERELLA SIGUE ABIERTA
La ARMH destaca que "la querella argentina que Darío abrió en Buenos Aires sigue abierta y desde que él abrió aquella puerta se han sumado a ella numerosas víctimas y organizaciones que han seguido sus pasos".
Precisamente, la última ganadora de los Goya al mejor documental, 'El silencio de otros', retrata la lucha de víctimas como Darío Rivas por conseguir juzgar crímenes de lesa humanidad.
De hecho, hace unos días la jueza argentina María Servini, que instruye desde 2010 el único proceso judicial del mundo que investiga los crímenes del franquismo, ha vuelto a llamar a declarar al exministro, desde 1975 a 1979, y exdiputado del PP, Rodolfo Martín Villa, por seis presuntos homicidios cometidos en una jornada de huelga laboral durante la Transición.
INTENTÓ ENTREGAR UNA CARTA A MERKEL EN SANTIAGO
En agosto de 2014, con motivo de la visita a Santiago de Compostela de la canciller alemana, Angela Merkel, Rivas intentó hacerle entrega de una carta en mano durante un paseo en la Praza do Obradoiro, pero no lo consiguió.
Aquel día --en el que estuvo respaldado por diversas personas como el escritor gallego Manuel Rivas-- explicó que su intención era que la dirigente germana pidiese "disculpas" por las acciones cometidas durante el nazismo y por el apoyo de Alemania a la dictadura en España.