La Asociación de Empresas de Valorización Energética de Residuos Urbanos (Aeversu) ha presentado los objetivos de este sector en España, donde la valorización energética ha permitido que en 2018 se hayan generado 2.000 gigabytes de energía eléctrica entre todas las plantas, de la cual el 50 por ciento ha sido renovable, un porcentaje equivalente al establecido en los ecoparques europeos.
Así lo ha explicado el presidente de Aeversu, Rafael Guinea, en un encuentro con los medios, quien ha destacado que España no alcanza el mínimo de los países europeos que "aprovechan lo que no se puede reciclar para sacar energía" porque, a su juicio, el debate del miedo siempre es más fuerte.
Guinea ha indicado que en España hay once plantas, denominadas ecoparques y situadas en País Vasco, Cataluña, Galicia, Cantabria, Baleares, Melilla y Madrid, dedicadas a la conversión de residuos en energía eléctrica frente a las más de 400 que existen en el norte de Europa, situadas normalmente en el casco urbano de las ciudades, y que generan tanto electricidad como calor.
En este sentido, ha destacado la labor de países como Inglaterra, donde existe un impuesto de 95 libras por cada tonelada de residuos que un ciudadano lleve al vertedero, o Alemania, que estableció un decreto que prohíbe el tirar basura en los vertederos.
Guinea ha apuntado que la valorización energética es una manera de darle "una última vida a los residuos" y complementar el reciclaje, evitando que estos acaben en el vertedero convirtiéndolos en energía mediante una combustión no fósil, al tiempo que ha lamentado que en España esta problemática tenga una menor repercusión frente a la concienciación que existe sobre la presencia de plásticos en la naturaleza.
Asimismo, ha señalado que "existe una concepción distinta a la de Europa" acerca de la gestión de los residuos y ha señalado que España es el "país campeón" en llevar residuos a los vertederos, destacando el caso de Madrid, que alberga tres millones de toneladas diarias en sus vertederos.
El presidente de Aeversu también ha alertado de que los vertederos de la Comunidad de Madrid, Asturias o la Comunidad Valenciana, entre otros, no poseen más capacidad en sus vertederos para albergar residuos.
Por otro lado, ha adelantado que en San Sebastián se está poniendo en marcha una nueva planta, que se suma a la de Tersa en Barcelona, que tiene una antigüedad de 50 años, así como al resto, cuya existencia oscila entre los 15 y los 20 años, coincidiendo con el primer plan de residuos español.
EN LÍNEA CON LA AGENDA 2030
Por otra parte, ha recordado que esta manera de gestionar los residuos, alineada con el cumplimiento de la Agenda 2030, no es perjudicial para la salud de los ciudadanos debido a que se realiza una depuración de los contaminantes mediante diferentes procesos, permitiendo que las chimeneas de las plantas emitan vapor y que los metales pesados queden en la parte de abajo, aprovechándose para fabricar asfalto.
En este sentido, ha asegurado que la iniciativa de los ecoparques funciona en el centro de ciudades como Viena, Copenhague, París o Berlín, entre otras, desde hace 20, 30 y 40 años, y ha apuntado que "aumenta su calidad ambiental".
Las once plantas puestas en marcha por Aeversu en España y Andorra están gestionadas de manera pública, como la de Tersa en Barcelona; mixta, como ocurre con la planta de Sogama en Galicia, en la que el 51 por ciento se gestiona a través de la Xunta y el 49 por ciento por parte de Acciona y Fenosa; y privada.
