Las partes han modificado la pena pactada inicialmente de 30 años porque han considerado una atenuante de dilaciones indebidas
La Fiscalía y el resto de partes presentes en el juicio por el asesinato machista que tuvo lugar en Alcúdia en junio 2016 han acordado finalmente una pena de 25 años para el asesino confeso, que prendió fuego a su expareja y puso en peligro la vida del bebé de ambos, que tenía 22 meses cuando ocurrieron los hechos.
Según ha explicado el Ministerio Fiscal en sus conclusiones definitivas, se ha modificado la pena pactada inicialmente de 30 años porque han considerado una atenuante de dilaciones indebidas ya que el juicio se suspendió por "motivos de lentitud en la acción de la justicia", desde noviembre de 2018 a octubre de 2019. A pesar de esto, la pena de cumplimiento efectiva seguirá siendo la misma que con la pena acordada con anterioridad, de 25 años de cárcel.