Por el conocido viaje a Ribadeo, acompañado de dos policías, también procesados, la Fiscalía pide para él siete años de cárcel
La Audiencia de Madrid comenzará el martes el juicio a Francisco Nicolás Gómez Iglesias, el Pequeño Nicolás, por hacerse pasar por representante de la Casa Real en un viaje a Ribadeo (Lugo) en 2014 en el que fue acompañado por dos policías, también procesados, y por el que la Fiscalía pide para él siete años de cárcel.
Tras dos suspensiones, una debida a un cambio de letrada en 2019 porque recibió presiones y otro por la pandemia de coronavirus en 2020, el Pequeño Nicolás se sentará en el banquillo seis años y medio después de los hechos, con la novedad de un nuevo letrado, el quinto con el que cuenta desde su detención en octubre de 2014.
Será defendido por Manuel Marchena Perea, hijo del magistrado del Tribunal Supremo, quien defenderá su absolución al considerar que en aquel viaje no hubo delito, ha precisado a Efe el letrado.
Otra novedad es que, debido a la situación sanitaria, la prensa no podrá acceder a la sala y el juicio será retransmitido en streaming, algo a lo que se han opuesto los procesados pero que ha acordado la Audiencia.
Durante tres sesiones, los días 19, 20 y 21 de enero, la Sección 17 de la audiencia madrileña escuchará a Gómez Iglesias, a los policías municipales Jorge González Hormigos y Carlos Pérez López-Dávila y diferentes testigos y peritos.
La Fiscalía pide para el joven siete años de cárcel y una multa de 81.000 euros por los delitos de usurpación de funciones públicas, falsedad en documento oficial y cohecho activo.
Para cada uno de los policías que le acompañaron en el viaje, que hicieron en coches de lujo que simulaban ser oficiales, solicita cuatro años y dieciocho meses de prisión y multa de 4.500 euros por los delitos de usurpación de funciones públicas y cohecho pasivo.
La acusación popular que ejercen la Asociación de Policía Municipal Unificada de Madrid (APMU) y Podemos pide 11 años de prisión para Gómez Iglesias; la Abogacía del Estado, 21 meses de cárcel y una multa; y el Ayuntamiento de Madrid reclama tres años y medio de prisión.
Los hechos se remontan a agosto de 2014, cuando presuntamente el joven contactó con el empresario Jorge Cosmen para concertar una reunión haciéndose pasar por representante de la Casa Real y de la Vicepresidencia del Gobierno, una cita que fue fijada para el día 13 de agosto en un restaurante de la localidad lucense de Ribadeo y a la que dijo que acudiría una personalidad importante de la Casa Real.
La comitiva, con los agentes haciendo presuntamente de escoltas, partió de Madrid con varios coches con rotativos policiales y el Pequeño Nicolás comió con el empresario pero no fue nadie de la Casa Real.
La Fiscalía sostiene que el principal acusado abonó al policía Jorge Hormigos 2.000 euros, y éste entregó 400 a Carlos Pérez.
Además de este juicio, Francisco Nicolás Gómez Iglesias tiene pendiente para este año el juicio por el presunto montaje elaborado para aprobar la selectividad y por falsificación del DNI, una causa en la que la Fiscalía pide 4 años y medio de cárcel.
Tras ser absuelto en otras causas, como en la que estaba imputado por injurias y calumnias al Centro Nacional de Inteligencia, el Pequeño Nicolás tiene pendientes otros dos juicios: uno acusado de simular en 2014 que era asesor del Gobierno para estafar a un empresario y otro por crear supuestamente una red con policías y cargos políticos de Madrid para obtener información policial y usarla a cambio de favores.