Seis jóvenes infractores de la ordenanza municipal que prohíbe las pintadas en espacios públicos del municipio han procedido a realizar en los últimos tres meses los trabajos de borrado de más de 300 de esas pintadas a modo de compensación por las cuantías de las multas impuestas por tales hechos.
Estos trabajos, que se han desarrollado fundamentalmente en diverso mobiliario urbano, muros de centros escolares y equipamientos municipales, han servido de compensación por las multas impuestas en su momento a los infractores o, subsidiariamente a sus progenitores, cuyo importe total ascendía a 20.300 euros, habiéndose constatado una buena colaboración y actitud positiva de los jóvenes autores de los “grafitis”.