El Juzgado de lo Penal número 10 de Málaga ha suspendido este miércoles el juicio previsto a un agente de la Guardia Civil acusado por el accidente en el que murieron tres personas y varias resultaron heridas, ocurrido a finales de junio de 2017 en la A-7, a la altura de Torremolinos. La nueva fecha fijada es el mes de enero de 2019.
La vista oral iba a celebrarse este miércoles, pero la defensa del acusado ha solicitado que comparezca un testigo nuevo relacionado con la cadena de custodia de los vehículos implicados en el siniestro, lo que ha sido aceptado por el juez. Así, el juicio se ha vuelto a señalar para celebrarse los días 16, 23 y 30 de enero del próximo año, según han indicado fuentes judiciales.
El siniestro tuvo lugar en concreto el día 28 de junio de dicho año y fallecieron un hombre y una mujer de Bahrein y otra mujer de Kuwait, con vínculos familiares; mientras resultaron heridas otras nueve personas.
Tanto la Fiscalía como la acusación particular, en representación de las familias de las víctimas, acusan al agente de 14 delitos, que son tres de homicidio y nueve de lesiones --todos estos por imprudencia grave--; y dos contra la seguridad vial. No obstante, mientras el fiscal pide cuatro años de prisión, la acusación particular solicita que se le impongan cinco años de cárcel.
Además de prisión, ambas acusaciones solicitaron en su momento el pago de indemnizaciones a las familias de las víctimas. Al respecto, la aseguradora y la representación de los perjudicados han informado este miércoles de que han llegado a un acuerdo sobre dichos pagos, algo que la defensa ha insistido en que no vincula a su cliente en cuanto al desarrollo del proceso, ya que pide la absolución para él.
En las conclusiones provisionales de las acusaciones, a las que tuvo acceso Europa Press, se señala que el guardia civil "había ingerido previamente bebidas alcohólicas mezcladas con el consumo de cocaína" y otra sustancia, "lo que afectó a sus facultades psicofísicas para la conducción y el control del vehículo", actuando "sin la cautela más elemental".
Asimismo, en dichos escritos se indica que transitaba a una velocidad "superior a la permitida", ya que supuestamente iba a 149 kilómetros por hora, siendo la específica de 100 kilómetros por hora; y que en un momento determinado, perdió el control del coche e invadió el otro carril, produciendo el accidente.