La Feria de Sevilla, que se ha celebrado a lo largo de esta semana y que mañana finaliza, ha contado este año con una polémica en las redes sociales sobre la existencia del hashtag #papagorda2022 en la que muchos usuarios han podido colgar comentarios e imágenes, principalmente de personas ebrias tras un largo día de farra y alcohol en esta edición de la fiesta de la capital sevillana.
En Sevilla, una "papa gorda", además de la alusión al tamaño del famoso tubérculo que los conquistadores españoles trajeron de las Indias para mayor gloria de los paladares occidentales, es una "gran borrachera" y #papagorda2002 es la versión 2.0 de unas de las imágenes que se pueden ver en cualquier fiesta, en este caso la Feria de Sevilla, donde, como en todas, la gente se desinhibe, bebe mucho y a veces pierde el control.
Cualquiera que haya ido a la Feria de Abril, y por ende a otras de las muchas celebraciones que se celebran en la geografía española, habrá visto, mientras vuelve a casa tras una jornada de fiesta, a alguna persona que regresa a casa, a veces sin rumbo fijo, pero sobre todo desaliñada y con muchos síntomas de haber bebido demasiado.
Alguna estampa del feriante cuyo traje de chaqueta azul marino tiene manchas de albero o la flamenca que arrastra los volantes sin pudor por el barro creado el omnipresente chaparrón que descarga algún día de la semana, hemos visto, sin duda, a lo largo de nuestra vida de mayor o menor asistente a una de las ferias más famosas del mundo, cuyo colorido es admirado por todos los que han podido disfrutar de ella.
Pero hoy en día ya no basta contarle a tus allegados que te has encontrado a una pareja desaliñada de vuelta andando desde el Real de la Feria hasta, cualquiera sabe a dónde. Ahora las redes sociales parece que "obligan" a mostrarlo -ver para creer- y ahí nació #papagorda, un contenedor donde muchos usuarios pugnan por enseñar al feriante más "perjudicado" o la imagen más escatológica que se pueda dar.
Quien escriba esa palabra clave podrá acceder a numerosas escenas que ha creado una gran polémica en las mismas redes sociales en las que ha nacido. Algunos cronistas de diversos medios de comunicación se han hecho eco del "mal gusto" que supone mostrar imágenes de personas tambaleándose, de alguna flamenca defecando en plena calle, o de jóvenes dormidos en el capó o el techo de un coche.
Feriantes que hacen reverencias a un autobús de linea que tiene los colores del Real Betis Balompié, una joven que abandona su plaza en un vehículo de Cabify con el cinturón de seguridad puesto hasta que el conductor se lo retira y pierde la verticalidad debido a su borrachera, un joven tirado en medio de una calle en el centro de la ciudad, o unos chicos que pasean a otro montado en un cochecito de bebé, son algunas de las escenas que se pueden ver en redes.
También hay montajes como el de la foto, en el recinto ferial, del entrenador del Manchester City, Josep Guardiola, con una mano mesándose la cabeza con cierta desesperación probablemente en una instantánea coincidente con el 3-1 del Real Madrid a su equipo en el partido de vuelta de semifinales de la Liga de Campeones. Le coronaba el hashtag #papagorda 2022, que le mostraba como a alguien con resaca...en esta ocasión futbolística.
Pero donde muchos solo ven humor otros perciben intromisión en la intimidad de las personas, y ahí es donde ha surgido la polémica. En las mismas cuentas deTwitter en las que aparecen estas escenas otros usuarios han mostrado su rechazo a las mismas, ya que ponen el acento en el mal gusto de algunas de las imágenes y en que a nadie le gusta verse fotografiado en determinadas situaciones.
El periodista y escritor sevillano Julio Muñoz Gijón, que firma su cuenta como Rancio Sevillano, rechaza esta iniciativa aunque en uno de sus tuits le pone una pizca de humor al justificarlo: lo rechaza "no solo por el miedo a salir, es que a un nota o una nota morado hay que ayudarlo o no; no hacerle fotos, Que muchos son chavales".
Y más allá del humor está la legalidad, y la Plataforma para la Concienciación sobre el uso responsable de Internet dirigida a familias y docentes y centros educativos "Mi huella digital" ha fijado un tuit en el que anima a cualquiera de los protagonistas de #papagorda2022 a pedir la retirada del contenido que se está difundiendo e invita a "parar esta campaña que expone a muchas personas, incluidos menores".
Las consecuencias de este acontecimiento digital está en manos de Twitter, que tiene la potestad de bloquear las cuentas de los usuarios. El impacto de las redes sociales es tan grande que cualquier vídeo o fotografía se puede hacer viral y muchas personas se han lanzado a la búsqueda de "la papa más gorda" de la Feria 2022.
La gran masificación vivida en esta Feria de Sevilla 2002, sobre todo en los primeros días coincidentes con el puente del 1 de mayo, ha generado en la ciudad el debate sobre si reducir el número de días, si volver a la feria primigenia con la "noche del pescaíto" el lunes en vez del sábado e incluso si se cambia el lugar del recinto. Esta polémica llegará a la edición de 2023. La de la papa más gorda está por ver.