Uno de los lugares más impactantes en los que he tenido la oportunidad de estar investigando en estos años ha sido, sin dudas, en el edificio abandonado del hotel "Caballo Blanco" en El Puerto de Santa María.
Fue, en su día, uno de los hoteles más renombrados y famosos de todo el entorno pero su estrella fue decayendo hasta su cierre. En el tiempo que transcurrió del mismo muchos fueron los que entraron en su interior a robar cobre, expoliar los restos del hotel y hasta vandalizarlo. También es cierto que no fueron pocos los que salieron de allí corriendo asegurando haber sido testigos de fenómenos extraños y paranormales. Es lo que me hizo visitar este mismo lugar y centrarme en los sucesos de su interior.
En aquella investigación se trataba de captar psicofonías pues se trataba de un estudio sobre las mismas y creímos que el sitio era el idóneo. Ya había visitado el lugar en otras ocasiones y en esta la experiencia iba a ser diferente, sólo centradas en las llamadas "voces electrónicas" o "voces del misterio". Así, en la segunda planta se ubicó el "campamento base" y se trató de comenzar las diferentes sesiones pese al ruido que llegaba. Ha pasado el tiempo y la tecnología ahora es diferente, pero armados con grabadoras de bobina y digitales comenzamos las preguntas que obedecían al patrón típico de formulario para este tipo de experimentación: "¿Hay alguien aquí? ¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? ¿Cuál es tu nombre?", así en rondas diferentes en diferentes estancias y plantas. Aunque la noche discurría con una absoluta normalidad lo cierto es que comenzaron a captarse, en los medidores de pantalla, "saltos" que indicaban que se había registrado algo. Sin interrumpir la sesión se procedió a anotar minuto y segundo exacto para su verificación posterior así como otros sonidos que pudieran afectar a la grabación en sí y tuvieran una explicación lógica. Cuando se finalizaron las pruebas se procedió a una comprobación de rutina de aquellas grabaciones, en sólo un par de grabadoras.
El resultado fue especialmente sorprendente:
¿Hay alguien aquí?, y la respuesta fue: "Os puedo ver".
¿Cómo te llamas?, respuesta: Manuel.
¿Quién eres?, respuesta: sonido de golpes rítmicos (lo que se denominan "raps").
¿Qué haces aquí?, respuesta: trabajo aquí.
Con todo ello decidimos indagar un poco más y teniendo a una persona que fue empleado del hotel le preguntamos si tenía constancia de algún trabajador llamado Manuel. Nuestro testigo, ya entrado en años, nos respondió que sí: "Manolito, claro que si, un hombre que se desvivía por el hotel y que la verdad no sé qué fue de él, dicen que murió hace ya unos años" respondía. Él mismo nos decía: "En el hotel, estando abierto, nunca pasó nada extraño pero si es verdad que cuando se dijo que cerraba comenzaron a pasar algunas cosas extrañas. En la segunda planta se escuchaba, claramente, pisadas cuando tú mirabas y no había nadie; se apagaban y se encendían las luces de los pasillos o las puertas se abrían solas y se cerraban solas, aquello impresionaba, pero como luego cerró pues no se vivió nada más. Eso sí, luego fueron los chicos los que decían que pasaban cosas raras en el hotel" concluía.
Fue a raíz, principalmente del cierre, cuando comenzaron a vivirse este tipo de hechos insólitos y de los grupos de Urbex que fueron entrando en el interior del mismo, investigaciones también de tipo paranormal que han ido dando como resultado que hoy se tengan muchos argumentos que evidencias que, cuando menos, sucedían hechos extraños en el viejo hotel "Caballo Blanco".