La gala de entrega de los óscar siempre ha aportado momentos y situaciones curiosas: En 1974 un hombre desnudo se paseó por el escenario como protesta para reivindicar los derechos de los homosexuales, el inesperado beso entre Angelina Jolie y su hermano en el año 2000, la equivocación de Faye Dunaway al anunciar el óscar a la mejor película en 2017 o, más recientemente, el polémico puñetazo que el actor Will Smith propinó al humorista Chris Rock en la última gala de los Óscar, debido a un comentario inapropiado sobre el físico de su mujer, Jada Smith, que luce desde hace algún tiempo la cabeza completamente afeitada.
Hace unos años Jada hizo público el serio problema de pérdida de cabello que estaba sufriendo. A comienzos del año pasado se atrevió a confesar lo dura que estaba siendo esta situación para ella. Aunque en un principio pensó que podía tratarse de estrés o como consecuencia de algún producto capilar que le estuviera perjudicando, la realidad es que, por extraño que parezca, se trataba de alopecia
La alopecia se caracteriza por la pérdida anormal del cabello, por lo que este término se considera un sinónimo de calvicie. Puede afectar al cuero cabelludo o a otras zonas del cuerpo en la que existe pelo, como las pestañas, axilas, barba y la región genital. Y aunque es una situación que generalizamos al género masculino ¡también puede afectar al femenino! y es en este género donde mayores problemas conlleva. Mientras que el proceso de la caída del pelo no es físicamente dañino, la alopecia femenina, en cualquiera de sus formas, puede ser comprensiblemente trastornante. Para muchas mujeres, el pelo es una parte importante de su identidad y aceptar la pérdida de éste puede ser emocionalmente difícil, provocando inseguridad y una pérdida de confianza.
A pesar de lo cotidiano que nos resulta, es un trastorno realmente complejo. Existen varios tipos diferentes de alopecia, siendo la conocida como alopecia androgénica la responsable del 90% de los casos de calvicie.
En concreto, este tipo de calvicie tiene un origen genético, ya que el gen determinante en su aparición se encuentra ligado al cromosoma X. Sin embargo no sigue un patrón de herencia mendeliano, siendo un caso de herencia influenciada por el sexo, es decir, que los alelos de este gen se comportan de forma diferente dependiendo de la carga de testosterona de la persona, actuando como dominantes en los hombres y recesivos en las mujeres, por eso es menos normal ver mujeres calvas. Pero como las meigas, que haberlas haylas, un 25% de las mujeres a lo largo de su vida puede manifestar este trastorno, debido a la disminución de los estrógenos tras la menopausia o de forma precoz antes de esta etapa. Puede incluso iniciarse a partir de los 8 años coincidiendo con el comienzo de la producción hormonal.
En hombres la aparición de la calvicie está inducida por las hormonas sexuales masculinas que empiezan a producirse en la pubertad. Estas hormonas hacen que se reduzca el número de folículos pilosos y hace que el cabello se vuelva rígido. Por ello, el pelo nuevo empieza a nacer cada vez más débil y fino. Con el paso del tiempo, los folículos dejan de funcionar y el pelo que se cae no vuelve a ser reemplazado.
Según una encuesta realizada en el año 2011, España es el segundo país con más calvos en el mundo con un 42,6% de la población, siendo superado tan sólo por la República Checa con un 42,79%. En tercer lugar se encuentra Alemania con 41,24% seguido de gran parte de los países europeos. En el extremo opuesto, los países asiáticos son los últimos de la lista con tan solo un 20% de la población. Estos datos confirman que la calvicie puede estar motivada por factores geográficos y genéticos
Tratamientos
Es posible que muchos de nosotros, a lo largo de nuestra vida, nos hayamos preocupado en algún momento por mantener nuestro pelo fuerte y saludable, desgraciadamente no todos tenemos la suerte de lucir la espectacular melena de una actriz de Hollywood o un cantante de rock. Para ayudar a eliminar complejos varoniles, a lo largo de la historia han ido apareciendo diferentes tratamientos, algunos tan absurdos como ineficaces, para ayudar a solucionar este problema: Los antiguos egipcios frotaban el cuero cabelludo afectado con una mezcla de espinas quemadas de erizo sumergidas en aceite con miel, alabastro, ocre rojo y raspaduras de uñas. El médico griego Hipócrates creía que la mejor cura para la calvicie consistía en mezclar excrementos de paloma con rábano picante, comino y ortigas. Los vikingos usaban una loción de excrementos de ganso…
En los últimos años se han popularizado los viajes a Turquía, no para visitar este precioso país, puerta de entrada al continente asiático, sino para ponerse pelo. El tratamiento que realizan las clínicas turcas se llama microinjerto capilar. Básicamente consiste en trasplantar el cabello de zonas donde sí crece el pelo, como la nuca, a partes donde no crece, consiguiendo así un efecto muy natural y estético. Esta técnica también se realiza en otros lugares pero la diferencia de precio puede ser considerable, haciendo de Turquía, el destino vacacional de cerca de 400.000 calvos cada año.
En los últimos meses también se ha desarrollado otra alternativa llamada tricopigmentación, esta técnica consiste en simular la presencia de pelo en las zonas donde hay menor cantidad mediante una especie de tatuaje de micropigmentación capilar que simula los folículos pilosos sobre el cuero cabelludo. El resultado de esta hace que esa zona se vea más poblada de forma instantánea gracias a la implantación de pigmento en la piel. Este tratamiento suele durar de 1 a 3 años dependiendo de cada persona.
En conclusión, la alopecia no es algo que podamos tomarnos a la ligera ni un motivo de burla. Aunque la caída de pelo se puede evitar manteniendo una buena higiene capilar y siguiendo una dieta equilibrada para mantener la salud de nuestro cabello, las personas que la sufren normalmente tienen antecedentes familiares con el mismo problema, por lo que muchas veces este problema es simplemente…inevitable.