Jerez
Hoy se cumplen 10 años de la llegada del submarino ?Tireless?
La presencia del S-88 marcó un antes y un después en las relaciones hispano-británicas
Hoy miércoles 19 de mayo se cumple una década desde que el polémico submarino de la Royal Navy, de la clase Trafalgar, HMS Tireless, de numeral S-88, atracó en el fondeadero del South Mole, en la base naval de Gibraltar, una estancia que se prolongaría durante casi un año en la Colonia fruto de una avería sufrida en el sistema primario de su reactor nuclear.
La estancia del sumergible en el Peñón ocasionó una protesta constante de la ciudadanía del Campo de Gibraltar y de algún sector de la gibraltareña, en especial el próximo a los grupos medioambientales.
La presencia del S-88 en el Peñón marcó sin duda un antes y un después en el curso de las relaciones hispano-británicas en torno a Gibraltar.
Aquel ya lejano 7 de mayo de 2001 congregó en el Main Wharf de The Tower a más de sesenta periodistas españoles que en una mañana soleada y sin viento asistieron a la partida del Tireless en lo que se puso el colofón a una jornada histórica para Gibraltar y la comarca, tras un año de continuos avatares en lo que se especuló con los peligros que la estancia del submarino podría acarrear para los poblaciones del arco de la Bahía, dadas las características de la avería que en teoría sólo podía ser reparada en la base británica de Devonport.
El día de la partida la singular y oscura silueta del Tireless no se presentó tan siniestra como el reactor que albergaba en sus entrañas, llegando incluso a despertar cierta añoranza cuando enfiló la bocana del puerto entre el South Mole y el Detached Mole para adentrarse en la bahía rumbo al Estrecho.
Partida
Con la salida del Tireless se completó todo un intenso año de protestas, informes, movilizaciones y protagonismo político, siendo lo más positivo la sensibilización que se plasmó en los habitantes del Campo de Gibraltar ante el tema nuclear.
Con matemática puntualidad a las 9.00 horas del lunes 7 de mayo de 2001 el HMS Tireless zarpó de la base naval auxiliado por tres remolcadores del puerto gibraltareño que dispusieron la maniobra para que el navío se propulsase desde un principio con su propia máquina.
En el muelle, instantes antes de la partida, ofrecieron declaraciones a los multitudinarios medios de comunicación el Capitán de Fragata Mike Finney , responsable de los trabajos de reparación y el Capitán de Navío, Peter Wilkinson, Comandante del II Escuadrón de Submarinos de la base de Devonport en la que estaba encuadrado el S-88.
Ecologistas
Cuando los remolcadores estaban procediendo a la maniobra con el submarino, Antonio Muñoz del grupo ecologista Verdemar y Martín Caballero de Agaden, portando una corona de flores se arrojaron al agua en la dársena interior de la base naval , desde donde fueron extraídos por una lancha de la Gibraltar Services Police (Policía Militar de Gibraltar) que posteriormente los trasladó a tierra. No se presentaron cargos contra los dos ecologistas.
Durante el año que siguió a la arribada del Tireless al Peñón los grupos ecologistas campogibraltareños desplegaron una dura campaña de protestas y llevaron a cabo un exhaustivo seguimiento del curso de los trabajos que se realizaron en el submarino.
Dentro de las actuaciones de los grupos medioambientales hay que destacar la incursión que llevaron a cabo el martes 16 de enero de 2001 unos veinte ecologistas de Greenpeace a bordo de cuatro lanchas neumáticas, que zarparon de Puerto Chico en La Línea y que culminaron con el abordaje al submarino portando una bandera del grupo, ante la pasividad de los fuertes sistemas de seguridad que la Royal Navy había desplegado en torno al buque. Diez ecologistas fueron detenidos y pasaron la noche en los calabozos de la GSP para ser juzgados a la mañana siguiente ante el Tribunal Menor del Peñón, para ser puestos en libertad tras el pago cada uno de una multa de 350 libras.
Antecedentes
El 19 de mayo de 2000 arribó a la base naval de Gibraltar el HMS Tireless procedente de la parte meridional de Sicilia donde había sufrido una avería en el sistema primario de refrigeración de su reactor nuclear. El S-88 atracó en el South Mole tras una peligrosa travesía desde el sur de Italia y con una evidente fuga de líquido contaminado que instó a las autoridades navales a su entrada en el Peñón impidiendo su singladura hacia su base de Devonport en el Reino Unido.
Desde el primer momento se apreció que no se trataba de una simple y vulgar avería como quisieron dar a entender las autoridades navales británicas para evitar obviamente la intranquilidad en la población. El problema primordial radicó en que el fondeadero del South Mole no estaba preparado para un trabajo que afectase al reactor nuclear ya que este tipo de reparaciones eran privativas de unas pocas bases navales británicas.
A trancas y barrancas se fue conociendo la realidad del problema y el Gobierno español solicitó la intervención de un panel de expertos del Consejo de Seguridad Nuclear para asumir el verdadero alcance de la avería del sumergible. Viajaron hasta Derby (Reino Unido) en donde presenciaron los trabajos de soldadura en el reactor nuclear del también submarino nuclear HMS Torbay y se les explicó que el mismo equipo llevaría igual reparación en Gibraltar en el reactor del Tireless.
Los trabajos de soldadura en el sistema primario del Tireless se iniciaron el 22 de enero de 2001.
Los propios técnicos británicos confirmaron a la delegación española que la avería en el Tireless se produjo a causa de “fatiga térmica”. No hay que olvidar que ya por aquellas fechas los buques de la clase Trafalgar llevaban operando veinte años ininterrumpidos lo que de hecho dada su antigüedad constituía una causa probable de averías.
Después de un año de estancia en el Peñón el día 1 de mayo de 2001 se procedió al encendido del reactor nuclear, operación que se realizó con completo éxito según informaron desde la base naval de The Tower, comprobándose la estanqueidad del sistema. Acto seguido fue apagado a la espera de su nueva entrada en funcionamiento a las 8.30 horas de la mañana del lunes 7 de mayo, fecha en que finalmente zarpó de la base naval escoltado por tres remolcadores afectos al MOD.
La estancia del sumergible en el Peñón ocasionó una protesta constante de la ciudadanía del Campo de Gibraltar y de algún sector de la gibraltareña, en especial el próximo a los grupos medioambientales.
La presencia del S-88 en el Peñón marcó sin duda un antes y un después en el curso de las relaciones hispano-británicas en torno a Gibraltar.
Aquel ya lejano 7 de mayo de 2001 congregó en el Main Wharf de The Tower a más de sesenta periodistas españoles que en una mañana soleada y sin viento asistieron a la partida del Tireless en lo que se puso el colofón a una jornada histórica para Gibraltar y la comarca, tras un año de continuos avatares en lo que se especuló con los peligros que la estancia del submarino podría acarrear para los poblaciones del arco de la Bahía, dadas las características de la avería que en teoría sólo podía ser reparada en la base británica de Devonport.
El día de la partida la singular y oscura silueta del Tireless no se presentó tan siniestra como el reactor que albergaba en sus entrañas, llegando incluso a despertar cierta añoranza cuando enfiló la bocana del puerto entre el South Mole y el Detached Mole para adentrarse en la bahía rumbo al Estrecho.
Partida
Con la salida del Tireless se completó todo un intenso año de protestas, informes, movilizaciones y protagonismo político, siendo lo más positivo la sensibilización que se plasmó en los habitantes del Campo de Gibraltar ante el tema nuclear.
Con matemática puntualidad a las 9.00 horas del lunes 7 de mayo de 2001 el HMS Tireless zarpó de la base naval auxiliado por tres remolcadores del puerto gibraltareño que dispusieron la maniobra para que el navío se propulsase desde un principio con su propia máquina.
En el muelle, instantes antes de la partida, ofrecieron declaraciones a los multitudinarios medios de comunicación el Capitán de Fragata Mike Finney , responsable de los trabajos de reparación y el Capitán de Navío, Peter Wilkinson, Comandante del II Escuadrón de Submarinos de la base de Devonport en la que estaba encuadrado el S-88.
Ecologistas
Cuando los remolcadores estaban procediendo a la maniobra con el submarino, Antonio Muñoz del grupo ecologista Verdemar y Martín Caballero de Agaden, portando una corona de flores se arrojaron al agua en la dársena interior de la base naval , desde donde fueron extraídos por una lancha de la Gibraltar Services Police (Policía Militar de Gibraltar) que posteriormente los trasladó a tierra. No se presentaron cargos contra los dos ecologistas.
Durante el año que siguió a la arribada del Tireless al Peñón los grupos ecologistas campogibraltareños desplegaron una dura campaña de protestas y llevaron a cabo un exhaustivo seguimiento del curso de los trabajos que se realizaron en el submarino.
Dentro de las actuaciones de los grupos medioambientales hay que destacar la incursión que llevaron a cabo el martes 16 de enero de 2001 unos veinte ecologistas de Greenpeace a bordo de cuatro lanchas neumáticas, que zarparon de Puerto Chico en La Línea y que culminaron con el abordaje al submarino portando una bandera del grupo, ante la pasividad de los fuertes sistemas de seguridad que la Royal Navy había desplegado en torno al buque. Diez ecologistas fueron detenidos y pasaron la noche en los calabozos de la GSP para ser juzgados a la mañana siguiente ante el Tribunal Menor del Peñón, para ser puestos en libertad tras el pago cada uno de una multa de 350 libras.
Antecedentes
El 19 de mayo de 2000 arribó a la base naval de Gibraltar el HMS Tireless procedente de la parte meridional de Sicilia donde había sufrido una avería en el sistema primario de refrigeración de su reactor nuclear. El S-88 atracó en el South Mole tras una peligrosa travesía desde el sur de Italia y con una evidente fuga de líquido contaminado que instó a las autoridades navales a su entrada en el Peñón impidiendo su singladura hacia su base de Devonport en el Reino Unido.
Desde el primer momento se apreció que no se trataba de una simple y vulgar avería como quisieron dar a entender las autoridades navales británicas para evitar obviamente la intranquilidad en la población. El problema primordial radicó en que el fondeadero del South Mole no estaba preparado para un trabajo que afectase al reactor nuclear ya que este tipo de reparaciones eran privativas de unas pocas bases navales británicas.
A trancas y barrancas se fue conociendo la realidad del problema y el Gobierno español solicitó la intervención de un panel de expertos del Consejo de Seguridad Nuclear para asumir el verdadero alcance de la avería del sumergible. Viajaron hasta Derby (Reino Unido) en donde presenciaron los trabajos de soldadura en el reactor nuclear del también submarino nuclear HMS Torbay y se les explicó que el mismo equipo llevaría igual reparación en Gibraltar en el reactor del Tireless.
Los trabajos de soldadura en el sistema primario del Tireless se iniciaron el 22 de enero de 2001.
Los propios técnicos británicos confirmaron a la delegación española que la avería en el Tireless se produjo a causa de “fatiga térmica”. No hay que olvidar que ya por aquellas fechas los buques de la clase Trafalgar llevaban operando veinte años ininterrumpidos lo que de hecho dada su antigüedad constituía una causa probable de averías.
Después de un año de estancia en el Peñón el día 1 de mayo de 2001 se procedió al encendido del reactor nuclear, operación que se realizó con completo éxito según informaron desde la base naval de The Tower, comprobándose la estanqueidad del sistema. Acto seguido fue apagado a la espera de su nueva entrada en funcionamiento a las 8.30 horas de la mañana del lunes 7 de mayo, fecha en que finalmente zarpó de la base naval escoltado por tres remolcadores afectos al MOD.
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