La sociedad de la información puede ser la sociedad de la desinformación

“Es ese papel fundamental, central para toda democracia, que tiene la prensa lo que hace que en nuestros días, el debate sobre el futuro de los medios sea un tema importante no sólo para los periodistas y la prensa, sino para la agenda de todo Gobierno”.

Así se dirigió la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, a las más de 200 personas que se encontraban en la mañana de este martes en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando, en su mayoría periodistas participantes en el Congreso Mundial de Periodismo La Pepa 2012, cuya inauguración tuvo como escenario La Isla.
De la Vega recordó que la sociedad está viviendo tiempos de “enormes cambios” en todos los órdenes, desde el social y económico, hasta el político, desde el cultural hasta el científico, desde lo local a lo internacional.

“Creo que hoy todos podemos sentir que las manecillas del reloj de la historia, se aceleran y que las decisiones que tomemos ahora marcarán las horas de este nuevo siglo y eso es algo que nos afecta a todos, también a la prensa”.

La vicepresidenta del Gobierno se refirió a la controversia actual entre los estudiosos de los medios y entre los propios periodistas, “quienes señalan alarmados que paradójicamente la sociedad de la información, en la que ya estamos inmersos, se puede convertir en la sociedad de la desinformación”.

“Sin duda debemos prestar atención a quienes advierten de que la explosión de los foros libres difumina las fronteras entre la verdad y la mentira, entre el rigor y el sectarismo, entre la información y la manipulación”.

Los malos augurios
De le Vega cree que se deben tomar “muy en serio” las advertencias de quienes como Gianni Vattimo señalan que esta sociedad de la información “no es más transparente, sólo es más confusa”, y que “el exceso de ruido no facilita, sólo dificulta la creación de una opinión pública tan necesaria y consustancial con toda democracia”.

“Creo que son señales en el camino que debemos valorar, que debemos tener siempre en cuenta porque la libertad de expresión, la libertad de prensa, no ha sido la regla en la historia de la humanidad, ha sido y sigue siendo más bien la excepción”.

La vicepresidenta primera del Gobierno apostó por unos periodistas que vean su trabajo valorado y respetado por sus empresas, por las instituciones, por la ciudadanía. Unos periodistas dispuestos a asumir las transformaciones que un nuevo tiempo marcado por las nuevas tecnologías ha introducido en su entorno y en su profesión. “Pero a hacerlo sin permitir que se olviden ni un momento los valores y principios que son la base y la garantía del oficio periodístico”.

Asociaciones profesionales
De la Vega defendió el papel de las asociaciones profesionales, asegurando que ese es uno de los objetivos fundamentales que persiguen. “Porque se trata de defender una profesión y a unos profesionales que, en un momento de transformación global, y es una transformación que los medios de comunicación no sólo contribuyen a crear, sino que están experimentando muy fuertemente en sus sectores productivos, son el capital humano que ha de asegurarnos que se mantienen las reglas del juego”.

Por suparte, el consejero de Gobernación y Justicia de la Junta de Andalucía y presidente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario de la Constitución de 1812, Luis Pizarro, señaló que la libertad de expresión es el “máximo exponente de la buena salud de una sociedad y el pilar básico de un estado democrático y de derecho”.

Pizarro aseguró que “no se entiende” una sociedad que se desarrolle libre y democráticamente sin la libertad de prensa. “El ejercicio del periodismo en libertad, rigurosidad, respeto y responsabilidad es uno de los elementos esenciales en la construcción de los Estados”, subrayó.

Libertad nacida en La Isla
El consejero recordó a lo asistentes que las Cortes de San Fernando reconocieron por primera vez en la historia de España la libertad de imprenta mediante el decreto de 10 de noviembre de 1810 y que la Constitución de 1812, la Pepa, sentó el precedente para las aboliciones de censuras y jueces de imprenta.

Asimismo, el consejero y presidente del Consorcio, comentó en su intervención, que es “de justicia” reconocer el “empeño y el compromiso periodístico de ejercer una profesión en muchos casos en precarias condiciones, y el esfuerzo de los profesionales de los medios por sacar adelante un trabajo, “al que también está afectando la crisis mundial que estamos viviendo”.

El consejero de Gobernación, Luis Pizarro, dijo que espera que este Congreso sirva par que se traten temas como la ética periodística, la precariedad de la profesión, el papel de las mujeres en el periodismo o el desarrollo de las nuevas tecnologías aplicadas al sector, “asunto esencial”, ha señalado, para encarar con éxito el futuro del periodismo.

Nuevas formas de periodismo y nuevas formas de censura
Los avances tecnológicos han permitido el surgimiento de nuevas formas de periodismo en países donde la libertad de prensa es escasa. También, por tanto, han surgido nuevas formas de censura y nuevos retos, según han dicho Jon Lee Anderson y Juan Luis Cebrián en el diálogo que mantuvieron en la tarde de ayer en el Real Teatro de las Cortes de San Fernando.

El encuentro entre estos dos grandes del periodismo ha estado moderado por Francisco Iturraspe, del Colegio de Periodistas de Venezuela y forma parte de las actividades programadas en el Congreso Mundial de Periodismo La Pepa 2012.

En su intervención, Cebrián ha incidido en la importancia del periodismo para la participación de la ciudadanía en la democracia, algo de lo que ya se dieron cuenta los diputados doceañistas hace doscientos años en Cádiz y San Fernando cuando proclamaron el Decreto IX de Libertad Política de Imprenta.

Igualmente, hablando sobre los retos futuros del periodismo, ha considerado que habrá que tener en cuenta el cambio en el comportamiento de los lectores, lo cual ha provocado problemas estructurales en todos los medios de comunicación tradicionales.

Jhon Lee ha valorado las aportaciones de las nuevas tecnologías para la libertad de expresión y para el periodismo, hasta el punto de permitir el nacimiento de formas de periodismo en lugares donde es habitual la censura. Aunque también ha matizado que eso ha supuesto el nacimiento de nuevas formas de restringir la libertad de expresión y de prensa.

Los dos periodistas tienen una reconocida trayectoria profesional, por lo que contar con su presencia en la inauguración del Congreso Mundial de Periodismo dice mucho de la importancia que se está otorgando a este evento a nivel internacional.

El decreto de Libertad de Imprenta, en todas las intervenciones
En el acto inaugural del Congreso Mundial de Periodismo La Pepa 2012 intervinieron, por este orden, el presidente de la Asociación de la Prensa de Cádiz, Fernando Santiago; el alcalde de San Fernando, Manuel María de Bernardo; el presidente de la FIP, Jim Boumelha; el consejero de Gobernación y presidente del Consorcio para la Conmemoración del Bicentenario, Luis Pizarro y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Todos ellos coincidieron en destacar que hace doscientos años, en ese mismo escenario, se proclamaba en España la primera norma que reconocía la libertad de expresión y defendieron la importancia de la libertad de prensa y del trabajo periodístico como base fundamental de la democracia.

También asistieron al acto numerosos representantes políticos e institucionales, entre ellos, la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez y el presidente de Diputación provincial, Francisco González Cabaña, así como representantes de los tres grupos políticos municipales de San Fernando.

Finalizado el acto de inauguración, los congresistas continuaron debatiendo sobre el periodismo y la situación de la prensa en el mundo, sobre el mito de la crisis en los medios (que según se ha dicho durante el Congreso empezó antes que la crisis financiera) y sobre los efectos de los cambios económicos y tecnológicos en los distintos países del mundo, especialmente en África, Asia y América Latina.