Califican de ?polémica? el caso del puerto deportivo y el de la empresa Fortuny SDB
Uno de los propietarios de Puerto Sherry, Pedro Bores es, desde hace dos años, el nuevo propietario de 1.800.000 metros cuadrados de Cala d´Hort, los antiguos terrenos de Calas del Mediterráneo SA, empresa que promovió el frustrado campo de golf en aquella zona, según destaca diariodeibiza.es.
Aseguran en dicho medio de comunicación que Bores es un perfecto desconocido en Ibiza, pero “ocupa páginas enteras de la prensa andaluza y también estatal dada la magnitud de sus negocios y la polémica que en ocasiones éstos han generado, incluyendo digilencias en los juzgados”. Bores, destacan, asegura ser un ecologista pero en cambio es “la bestia negra” de Ecologistas en Acción, que indican que “el Ayuntamiento y la empresa de Bores acordaron en dos convenios declarar como suelo urbano una finca rústica de 630.000 metros cuadrados y otros 815.000 metros cuadrados de terreno ganado al mar, que se rellenaría con tierra y permitiría edificar casi 1.000 viviendas”, confirmando el grupo ecologista que “el Ayuntamiento renunció al 10% de suelo público que le correspondía a cambio de que la promotora construyera una escuela náutica municipal, un paseo marítimo, equipamiento recreativo y otras actuaciones que, o bien no se han ejecutado o han sido realizadas por las administraciones públicas”. EA habla de un beneficio de la promotora de 24 millones de euros.
Recuerda este periódico digital que en agosto de 2006 el juzgado de Instrucción número 2 de la ciudad abrió digilencias penales sobre este caso después de que en 2001 la Fiscalía advirtiera de que Bores y su socio, Joaquín Rivero, podían haber incurrido en un delito de alzamiento de bienes en perjuicio de los acreedores, siendo en febrero de este año cuando el mismo juzgado levantó el auto de quiebra, paso previo al levantamiento del secuestro administrativo de la concesión por parte de Autoridad Portuaria, pero con la condición de que la empresa construya 1.030 atraques más de los 788 inicialemente previstos, un centro comercial, tres hoteles nuevos y una sala de convenciones.
Pero parece ser que no es la única polémica que envuelve el currículum de Bores, pues en 1995 la prensa madrileña trató profusamente el caso de Fortuny SDB, empresa de la que era dueño.