Los sindicatos de Salud Responde, el servicio destinado a la solicitud de citas previas en el Servicio Andaluz de Salud (SAS), rechazan la oferta de incremento salarial del 3,5% para 2023 que la empresa adjudicataria del servicio, SSG, ha ofrecido en el marco de la mesa de mediación del Sistema Extrajudicial de Resolución de Conflictos Laborales de Andalucía (Sercla).
Los sindicatos minoritarios, formados por UGT, CGT y USO, iniciaron una huelga el pasado lunes, pese a que la empresa de transporte sanitario ofrece a los trabajadores de Salud Responde una subida salarial del 3,5% para 2023, que se suma al incremento del 16,79% aplicado el año pasado al personal de operación de la plantilla. De este modo, las mejoras salariales ofrecidas por la empresa en dos años alcanzarían el 20%.
Para la propuesta de subida del 3,5% para este año, la empresa, que permanece abierta al diálogo, abonaría en la nómina de septiembre, que se pagaría en octubre, el salario actualizado y los atrasos a 1 de enero de 2023, con independencia de la compensación y absorción pactada con los trabajadores.
Desde que la compañía asumiera la gestión del servicio de citas del SAS, en febrero de 2022, ha venido aplicando una serie de medidas para que Salud Responde pasase de funcionar como un mero ‘call center’ a un servicio sanitario, lo que ha conllevado una mejora de las condiciones laborales de los trabajadores.
Así, SSG aplicó subidas salariales en agosto del año pasado, cambiando la categoría profesional de los trabajadores, pasando de teleoperadores a gestores telefónicos, lo que se tradujo en un aumento del salario base anual bruto del 16,79%, por encima del sector, pasando de 14.555 euros a 17.000 euros en el caso del personal de operación. La empresa ha aplicado dichas medidas anticipándose a un nuevo convenio que llevaba años vencido y en ultraactividad y que, en cualquier caso, son tablas salariales que iban muy por encima de lo que venía estipulando el convenio de aplicación.
En paralelo, SSG indica que ha implementado otras mejoras para eliminar la precariedad laboral que había en la plantilla de Salud Responde desde que era gestionado por otras operadoras. Así, se ha establecido una jornada laboral mínima de 20 horas semanales, acordándolo de forma individual con los trabajadores.
Añade que adicionalmente se han corregido diversas situaciones que se alejaban de la legalidad, como la formalización y entrega documentada de contratos y nóminas, y para una gestión más eficiente del servicio, se impulsó un Equipo de Formación y Calidad para el control de calidad de las tareas realizadas por el personal operador y gestor, así como para la planificación y establecimiento de los procedimientos, estándares y especificaciones de calidad del servicio de Salud Responde.
El periodo de movilizaciones podría extenderse si los sindicatos y la empresa no llegan a un acuerdo próximamente. Fuente cercanas a la negociación señalan que las nuevas demandas sindicales, unidas a las mejoras salariales ya practicadas, podrían llevar a la compañía y al propio servicio a una “situación límite”.