La agilización en los trámites, el impacto de los plazos en el coste financiero o los retos en sostenibilidad han sido algunos de los aspectos tratados durante la nueva edición de Land Talks que ha reunido cerca de 100 personas. Ernesto Tarazona, CEO de Serviland, destacó que la escasez de suelo obliga a “una planificación, dimensión y ejecución adecuada de éste para asegurar un crecimiento urbano sostenible” y subrayó el compromiso y la contribución de Serviland para el impulso del proyecto IMPASS, una iniciativa con la que se prevé generar suelo urbanizado suficiente para la creación de más de 50.000 viviendas en Andalucía.
Por su parte, Juan Manuel Rosillo, presidente de ACP Málaga, ha advertido que los problemas de acceso a la vivienda solo se resolverán actuando sobre la gestión de suelo y ha instado a las administraciones a actuar para conseguir seguridad jurídica, agilidad y financiación en los procesos de transformación de suelo y urbanización.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien ha asistido al acto inaugural, ha valorado muy positivamente la labor de Serviland para el desarrollo de los ámbitos locales, así como la figura del agente urbanizador como un dinamizador de los diferentes desarrollos en fase de gestión. Ante la necesidad de equilibrar la oferta con la demanda y evitar las ya actuales tensiones en un mercado tan dinámico como el de Málaga, de la Torre ha abogado por la complementariedad entre la parte pública y privada.
El evento ha seguido con una mesa-debate centrada en el impacto de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA) un año después. Moderada por Sergio Luna, director de Serviland, la mesa ha reunido a José María Morente, Director General de Urbanismo y Vivienda del Ayuntamiento de Marbella, Lorenzo Santana, Director Territorial de Andalucía Oriental de Metrovacesa, y a Ángel Fernández, Director Territorial en Costa del Sol de Aedas Homes, que han aportado su visión desde una perspectiva pública y privada.
Los tres han valorado muy positivamente la nueva regulación andaluza en materia de suelo al ser una norma que nace fruto de un mayor consenso general y que sienta las bases del cambio en el modelo de planificación urbanística hasta ahora existente. La mejora en la agilidad en cuanto a los plazos de tramitación y la optimización de los tiempos son uno de los puntos más aplaudidos, aun así, el propio Morente reconoce que “el problema de los plazos ya no es que sean largos, sino que son inciertos, y esta falta de predictibilidad impacta en la inversión”.
Durante la sesión se han abordado los principales temas que afectan a toda la cadena de la gestión urbanística, desde las actuaciones en el planeamiento, los retos en sostenibilidad, el rol que juegan las empresas suministradoras y el impacto en los plazos de entrega. En este sentido, Lorenzo Santana ha destacado que “hay muchos momentos de indeterminación en el ciclo, con terceros que condicionan mucho los tiempos” y Ángel Fernández ha remarcado que “el gran coste olvidado es el financiero, muy vinculado a los plazos”.