Interesado en indagar en visiones del mundo poco convencionales, el cineasta estadounidense Todd Haynes (Los Ángeles, 1961) cree que la llegada de Trump a la política ha "matado" el pensamiento complejo y lamenta el auge del "fundamentalismo" de derechas y de izquierdas.
"No hay nada más aburrido que Trump, ha matado el pensamiento complejo, pero no queda otra opción que alzar la voz contra él", dijo en una entrevista con EFE el cineasta de 'May December', protagonizada por Natalie Portman y Julianne Moore.
"Vivimos en un mundo tan lleno de inestabilidad e incertidumbre que la gente necesita aferrarse a ideas muy claras, hay un auge del fundamentalismo en ambos lados, la derecha y la izquierda, pero ahí es donde las ideas mueren y la imaginación muere y la interpretación del mundo muere", señala.
Haynes percibe presiones en la industria del cine que hacen difícil sacar adelante historias más ambiguas moralmente. "Tengo la sensación de que se espera que tengas una claridad moral y que la descripción de una mujer o un afroamericano o una persona gay debe de seguir una agenda determinada, satisfacer un dictado".
"Pero el arte no está para eso -considera-, las películas que a mí me excitaban de joven, en los 60 y los 70, eran películas que me hacían enfadar, me perturbaban, alteraban mi visión del mundo, te hacían cuestionarte, querer hablar de ello con tus amigos y volverlas a ver una y otra vez".
Protagonizada por Natalie Portman y Julianne Moore, 'May December' le interesó por "el desasosiego y la incomodidad que provoca". Fue Portman quien le llevó el guion, de Samy Burch y Alex Mechanik, basado en la historia real de Mary Kay Letournau, que causó gran impacto en Estados Unidos en la década de los 90 del siglo pasado.
Una profesora (Moore) fue condenada por tener relaciones sexuales con uno de sus alumnos, de 13 años, cuando ella estaba casada y era madre de tres niños. Al salir de prisión no respetó la prohibición de volver a ver al niño, de quien quedó embarazada y tuvo que cumplir otros siete años de cárcel acusada de violación.
El filme transcurre dos décadas después, cuando una actriz de Hollywood (Portman) quiere hacer una película sobre su historia.
Haynes, que ya había explorado la alienación del ama de casa estadounidense y las relaciones entre mujeres en melodramas como 'Far from Heaven' y 'Carol' y series como 'Mildred Pierce', da un paso más allá en la experimentación estética con esta película, que debutó en Cannes.
Aunque gran parte de la crítica incidió en su uso de elementos del telefilme, Haynes reniega de esa influencia y asegura que más bien se guió por "la austeridad".
"Nunca he visto un telefilme que aguante un plano de siete minutos o donde los actores miren a la lente como si fuera un espejo", razona. "Son cosas que a mí me remiten más bien al cine europeo de arte y ensayo, a Bergman, a Godard".
En cuanto al uso no canónico de la música -con un protagonismo excesivo- destaca la influencia de 'The Go Between' (1971). "La música funciona como una alerta que hace que el espectador se pregunte qué va a pasar y prestar más atención", sostiene.
Hombres y mujeres juzgados de forma distinta
Sobre la trama, Haynes reflexiona sobre cómo hombres y mujeres son juzgados de forma distinta por los mismos hechos. "Si es un hombre quien comete una transgresión sexual, es algo que no sorprende, pero cuando es una mujer la transgresora, la familia al completo está en juego, el matrimonio, la institución están en juego", afirma.
Finalmente cree que se trata de una película sobre gente que no quiere mirarse a sí misma ni cuestionar sus elecciones. "Al fin y al cabo es así como todos salimos adelante y sobrevivimos a veces, es algo que todos podemos entender, sin llegar a extremos como este"