La
Semana Santa, una de las fechas importantes dentro del calendario
católico, demuestra tener
más tirón para los
practicantes que la
Navidad, otra de esas épocas importantes a nivel religioso. Al menos eso se desprende de los datos del
barómetro de marzo del Centro de Investigaciones Sociológicas (
CIS), en comparación con la misma encuesta del mes de diciembre.
En concreto, la pregunta que el CIS efectúa a los entrevistados es “¿Cómo se define Ud. en
materia religiosa: católico/a practicante, católico/a no practicante, creyente de otra religión, agnóstico/a, indiferente o no creyente, o ateo/a?”. En el caso de marzo, la cifra de entrevistados es de 3.931 personas de nacionalidad española (48,4% hombres y 51,6% mujeres).
Del total de encuestados, un 19% se define como
católico practicante. La cifra es un 0,8% superior a la de aquellos que respondieron lo mismo en diciembre, que fue el 18,2% de los entrevistados.
El grupo más numeroso son los que se consideran
católicos no practicantes, un 35,3%, cifra que baja un 1,6% respecto a la del mes navideño de 2023, que fue un 36,9%. Es decir, solo la mitad de los no practicantes de menos que hay en marzo pasan al grupo de practicantes.
A pesar de ese descenso, la proporción de
ateos también baja. Un 14,5% de los entrevistados rechaza la existencia de Dios, pero son un 0,7% menos que en diciembre (15,2%).
Dos grupos más de personas no religiosas suben en la misma proporción, un 0,6% respecto a diciembre. Se trata de los que se consideran
agnósticos, que no niegan la existencia de Dios (12,4%) y de los indiferentes respecto a Dios que se consideran
no creyentes (13,5%).
También ascienden respecto a diciembre, en este caso un 0,5%, los creyentes de
otras religiones, que se sitúan en el 3,4%.