El Ayuntamiento de nuestra ilustre ciudad ha decidido que sea Anne Hidalgo, Ana para sus paisanos, quien reciba el día 24 de septiembre el XIII Premio Cortes de la Real Isla de León de 1810. Quitando lo del número 13 en romano, lo demás nos parece muy bien a los locos. Creemos que esta vez, y sin que sirva de accidente, se ha acertado.
Ahora bien, no sabemos cómo va a sentar en París el que una mujer de La Isla, que es precisamente donde las gaditanas se hacían tirabuzones con las bombas que les tiraban los fanfarrones y donde Napoleón se ahogó en fango, reciba semejante premio, que al fin y al cabo es un recordatorio del palizón que aquí les dimos a los franceses. Esperemos que se lo tomen con la misma filosofía con que los gaditanos nos acostumbramos a la tortilla francesa.
Ana, Alcaldesa de París, Cofrade de Honor de la Cofradía Gastronómica Isleña Los Esteros, no recorrió un camino de rosas para plantarse bajo la torre Eiffel y demostrar todo el ingenio de que es capaz una mujer. No voy a contar su vida, sino solamente quiero decir que además de ser sencilla y amable, suspira por venir a La Isla, por dejarse tostar por el sol, por no olvidar el sabor de los churros, por sentir en la boca el suave crujir de las tortillitas de camarones… Muchas veces los locos no valoramos estas cosas y nos creemos que en el manicomio se vive fatal. Por resumir algo, Ana llegó a Francia con dos añitos con sus padres huyendo del franquismo y se fueron a vivir a Lyon. A partir de ahí ya se pueden ustedes imaginar cómo es la dura vida de los emigrantes trabajadores que añoran su patria y sueñan con volver algún día. Leer su vida completa no tiene desperdicio. Háganlo y aprenderán.
Ana está triunfando ahora con la organización de los Juegos Olímpicos, aunque ya no esté para batir ningún récord y menos para saltar el potro. Es verdad que se le olvidó organizar algo para los locos que aquí quedamos, cosa que los quijotes hemos echado en falta.Hay que recordar que desde que Miguel de Cervantes escribió El Ingenioso Hidalgo don Quijote de la Mancha allá por el siglo XVII, no se había destacado ningún Hidalgo de manera tan espectacular como lo ha hecho Ana. En un intento por dar ejemplo y demostrar que el río Sena es más limpio que mi cuenta corriente se lanzó a sus turbias aguas sin pensarlo dos veces, que si lo piensa no se tira. Sería un momento de locura.
Aprovechando el momento, los locos queremos pedirle a nuestra paisana Ana una cosa que le parecerá algo extraña, pero que sería un pelotazo. Como esperamos que venga por aquí después de los Juegos Olímpicos, debería pegarse un baño en Camposoto para demostrarles a los cañaíllas que nuestra playa es tan limpia y maravillosa como el Sena, aunque las malas lenguas digan que está horrorosa de piedras y de fango.
Ana, los locos sabemos que La Isla ocupaun lugar privilegiado en tu corazón, que eres parisina en los papeles y en la Alcaldía, pero cañaílla desde que tu madre te parió. Por todo ello, nos alegramos de que se te conceda ese merecido premio y, si puedes haceralgo por estos locos, habla para que nos abran las puertas de este manicomio, porque queremos ser libres, que por algo tus amigos franceses dieron la vida en la toma de la Bastilla por la libertad, además de por la igualdad y la fraternidad. Un abrazo.