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Jueves 14/11/2024
 

Conil

Lola Caro: “Mantenernos a la cabeza como referente turístico es más complicado que llegar”

Hablamos con presidenta de la Asociación de Empresarios de Conil, colectivo que organiza esta semana una nueva edición de la Ruta de la Tapa

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  • Lola Caro, presidenta de la Asociación de Empresarios de Conil.
  • "Lo que quiero es no defraudar a mis socios y espero que así sea. Cada día somos más, lo que es un indicativo de que la gente está contenta"

En primer lugar, ¿qué balance realizan desde la AEC de este pasado verano?

Hay plazas que no están regladas y no pagan los impuestos como una actividad económica. Pagan tasas como servicios domésticos que realmente no lo son, son servicios industriales. Habría que regularizar ese ámbito y buscar el equilibrio. Lo normal es que se paguen los servicios que se demandan y que

En cuanto a las estadísticas relacionadas con las pernoctaciones, este verano ha ofrecido unas cifras muy parecidas a la de los últimos años. Quizás podemos señalar que han aumentado un uno por ciento, es decir, en número de visitantes no es un aumento muy significativo. Estos datos conllevan una serie de reflexiones positivas porque esa llegada de turistas nos da la vida para sobrellevar el invierno, pero también es necesario darles servicios a ese aumento de la población y en eso hemos estado algo más debilitados en estos pasados meses estivales. La idea es pensar y trabajar en cómo mejorar ese déficit para que nuestro pueblo reluzca y ofrezca unos servicios de calidad cuando nuestra población se cuatriplica.

 

Conil lleva años siendo referente turístico y es complicado seguir aumentando el número de visitantes año tras año a un ritmo similar a lo ocurrido en las últimas décadas… Lo cierto es que es complejo ofrecerles servicios como limpieza y seguridad pero a la vez es algo más que necesario, ¿no?

Es una necesidad evidente. Cuando visitamos a un municipio turístico y que es un referente del sector en todo el territorio nacional como es el caso de Conil, queremos que todo esté perfecto. De hecho en los buscadores vacacionales nuestra localidad siempre ocupa los primeros puestos. Eso nos indica que seguimos a la cabeza y que tenemos una gran capacidad para mantenernos, pero mirando hacia el futuro debemos tener claro que mantenerse en más complicado que subir. Ese planteamiento debe estar presente y no creernos que somos maravillosos y que ya está todo el trabajo hecho. Y es que puede venir alguien que sea igual de maravilloso que nosotros. Debe ser conscientes que para mantenernos en esos valores y en ese estatus debemos esforzarnos en muchos ámbitos, entre ellos ofrecer servicios a todos los niveles, desde el empresarial hasta a los correspondientes a las entidades públicas como el Ayuntamiento.

 

Este verano se han escuchado quejas tanto entre vecinos, empresarios y partidos políticos, referentes al servicio de limpieza… ¿Es algo que está sobre la mesa de la AEC?

La lucha por mejorar la limpieza viaria y la recogida de residuos sólidos urbanos es una constante en los últimos años y este año quizás se han dado circunstancias especiales que han conllevado la sensación de que ha habido más suciedad  que habitualmente. Esas inquietudes se las hemos transmitido al Ayuntamiento y ellos nos responden lo mismo que en otras ocasiones, es decir, que ha coincidido que ha habido una merma de personal, no sabemos si por falta de previsión o por una serie de casualidades. A nosotros se nos escapa el motivo pero ese servicio es susceptible de ser mejorado en la limpieza y en la recogida. Eso sí, siempre hemos tenido unos puntos críticos de limpieza y de contenedores pero este año se han acentuado aún más.

 

Y en cuanto a seguridad…

La reunión de seguridad con el Ayuntamiento aún no se ha celebrado pero uno de los puntos que ya les hemos trasladado se centra en la venta ambulante en las playas, una cuestión que para paliarla no hace falta que esté un policía veinticuatro horas allí, pero hay que hacer unas batidas en las que incluso la Guardia Civil está dispuesta a colaborar aunque no sea su competencia. Hay que apostar por acabar con ese tipo de venta ambulante porque no es justo que los empresarios paguemos por todos y otros vengan para llevárselo calentito y sin pagar impuestos.

Lola Caro, presidenta de la Asociación de Empresarios de Conil.

¿Cómo es la relación entre la AEC y el Ayuntamiento? ¿Existe un diálogo fluido?

La verdad es que siempre hemos tenido una muy buena comunicación aunque no siempre nos hacen mucho caso, pero la comunicación siempre ha sido y es buena con un trato muy afable.

 

Cuando la AEC se reúne, ¿qué demandas se ponen sobre la mesa, no solo referentes a la administración local?

En cuanto al ámbito turístico, habría que llevar a cabo una ‘repensadita’ y que todos los que necesitamos de unos servicios seamos capaces también de aportar para que se lleven a cabo. Ahora mismo tenemos alrededor de unas veinte mil plazas regladas con cuyos impuestos sufragamos los servicios de todos los demás que no están reglados. En Conil la población asciende a picos de más de cien mil personas y claro, blanco y en botella… y creemos que todos deben aportar por beneficiarse de una actividad económica alrededor de este sector.

 

Hablamos de que hay plazas que no están regladas….

Exacto. Hay plazas que no están regladas y no pagan los impuestos como una actividad económica. Pagan tasas como servicios domésticos que realmente no lo son, son servicios industriales. Habría que regularizar ese ámbito y buscar el equilibrio. Lo normal es que se paguen los servicios que se demandan y que aporten para sufragarlos.

 

Es una competencia ilegal como ocurre con la venta ambulante en las playas…

 Efectivamente, es una competencia desleal y genera un desequilibrio a nivel económico. Hay que buscar un equilibrio real, no la inestabilidad actual. Es hacia donde nos tenemos que dirigir y es algo que preocupa al empresariado local porque es necesario que Conil funciones porque Conil es de todos. Siempre decimos lo mismo, que si Conil va bien a todos los va ir bien. Tenemos que pensar y trabajar para que nos vaya bien en el presente pero también en el futuro.

 

Si le pongo sobre la mesa la palabra Turismofobia…

Sí, see escucha mucho ahora (risas). Conil tiene capacidad para albergar las visitas que recibe, lo único que ocurre que habría que cuidar los detalles. Esa palabra forma parte de una corriente actual pero lo que tenemos que hacer es cuidar el medio ambiente y nuestros atractivos. A Conil viene la gente atraídas por varios factores. Uno de ellos es la idiosincrasia del pueblo, algo que no debemos perder porque es algo que buscan los turistas. Otra cuestión es nuestro entorno natural, desde los pinares hasta las playas, pasando por Castilnovo… Hay que cuidar el medio ambiente y el entorno natural. Turismofobia está de moda pero lo que debemos es buscar el equilibrio entre la mano que nos da de comer y la mano que ofrecemos. El turismo, no podemos olvidarnos, es el principal eje de la economía local.

 

Esa corriente tiene como base el aumento del precio de la vivienda, muchas dedicadas al turismo, dejando a los vecinos desamparados ante el aumento del precio de las mismas y de sus alquileres… pero aquí deben entrar las administraciones para regularlas y también para construir viviendas de protección oficial…

Efectivamente. La vivienda asequible, las VPO, está muy paralizada. Hay muy pocas promociones. Se están construyendo poquísimas o al menos es lo que percibimos. Por otro lado, está la especulación, evidentemente, pero también los costes urbanísticos son impresionantes y muy elevados. Lo sé de primera mano, sé lo que cuesta urbanizar porque ando metida en un proyecto y entre que cedes la mitad de tu terreno, luego urbanizas y sigues cediendo terreno, luego creas una entidad de conservación, pues con lo que tienes dime a qué precios puedes vender lo que has construido. En Conil es bajo más uno, que está bien pero hay zonas en las que no comparto esa idea. Entonces creo que debemos asumir responsabilidad todas las partes, no que recaiga solo en un lado. En cuanto al alquiler, en Conil ha habido mucha especulación. Gente de fuera ha venido y ha comprado una vivienda, que usa quince días en verano y el resto lo alquila… ese no paga servicios para que le retiren la basura a sus clientes… es a lo que me refería antes. Demandamos servicios pero solo aportamos los establecimientos reglados.

 

También se habla de la tasa turística…

Sí, precisamente el otro día me estuvieron hablando de ella. ¿Alguien se ha preguntado el impuesto de IVA repercutido que hay en todo el litoral de España por nuestras playas y porque existen las empresas turísticas? Lo que no entiendo es por qué nos quieren gravar más a quienes ya estamos pagando. Vamos a buscar el equilibrio y apostar porque todos aquellos que se beneficien estén regulados.

 

¿Y la tasa al visitante?

No, porque no podemos hacer que pague encima que viene a pasar sus vacaciones. No podemos gravarle por venir, lo que tenemos que hacer es ofrecerles los mejores servicios posibles. Insisto, la solución es gravar, es que paguen quienes no están aún regularizados y demandan los servicios. Optimizar los recursos. Lo que sabemos es que no todo el mundo paga por la actividad económica que ejerce. No existe en la lista con lo que al final no recibe inspecciones… Si trabajas en precario no existes y los que existimos somos los que acabamos contribuyendo. Eso no es justo.

 

Otro de los temas candentes y que desde el sector se reclama es la falta de personal, de trabajadores…

Sí, lo sé de primera mano. El otro leía un titular que decía: ¿Has pensado que no tienes personal porque quizás no le pagues lo que se merece? Y me pareció muy injusto porque solo se inclinaba hacia un lado sin conocer realmente la realidad… Es necesario conocer las dos partes. No encontramos personal, vale. A mí me educaron en los valores de que quien algo quiere, algo le cuesta. Y lo sigo pensando. Es necesario realizar un esfuerzo, sacrificarse… trabajar conlleva un esfuerzo pero ahora existe una corriente que lo quiere todo sin dar nada a cambio, que lo quiere todo fácil… El concepto de trabajar es sacrificio. Nosotros como empresa lo hemos percibido este verano al tener varias bajas y para cubrirlas nos ha costado la misma vida. Y como AEC tenemos a muchos socios buscando personal sin encontrarlo…

 

¿No es cuestión de que se les pague mal?

Para nada. Como mínimo se les paga el convenio con todos sus conceptos y en casos como el nuestro se les paga por encima del convenio. La cuestión es que algo está fallando pero en el ámbito de la sociedad. No es solo en el ámbito empresarial, que siempre puede contar con algunos que buscan aprovecharse. También existe un problema en el lado de algunos trabajadores que no quieren realizar un esfuerzo o simplemente no les conviene por cuestiones diversas. Eso sí, la solución no la tenemos. 

Lola Caro, presidenta de la Asociación de Empresarios de Conil.

Dejando a un lado esos temas ‘candentes’… ¿satisfechos tras los meses de verano?

Por supuesto, pero cuando termina el verano desde la AEC realizamos una lectura, un balance del verano para sentarnos y debatir las mejoras que se necesitan de cara al año próximo, una campaña que comenzaremos a preparar en enero o en febrero y en la que trataremos de introducir las mejoras que hemos detectado como necesarias en esta campaña que acaba de concluir.

 

Bueno, tras el verano vemos que se sigue trabajando en distintos eventos organizados desde la AEC…

Sí, la asociación está ahora pletórica (risas). En agosto descansamos porque estamos inmersos en el verano y estamos todos los socios y socias saturados. A finales de septiembre celebramos la Feria Outlet…

 

¿Qué tal ha ido?

Pues la verdad es que muy bien. No teníamos en mente que la íbamos a celebrar dos veces al año porque la idea era en febrero, cuando celebramos la primera… pero ahora hemos celebrado la segunda edición. Ha sido a petición de los comerciantes que demandan una edición por cada temporada para sacar la mercancía del invierno y ahora sacar la del verano. Así lo hemos hecho y lo hemos organizado en un tiempo récord. Han participado los distintos comercios que han vendido todo lo que han expuesto, con lo cual están encantados.

 

¿La de febrero se mantiene?

Entendemos que sí aunque aún no tiene fecha pero es algo que creemos que ha venido para quedarse.

 

¿Y ahora llega la Ruta de la Tapa?

Sí, la Ruta de la Tapa con su tapaporte y con el objetivo de dar a conocer qué ofrecen nuestras cocinas y nuestros cocineros. Un sector que cada año se supera. Contamos con 39 participantes, siete de ellos con postres… es cierto que nos mantenemos en el número de participantes pero es que al final del verano la gente está muy cansada y no quiere meterse en muchos follones. Estamos estudiando la posibilidad, tal y como nos lo piden los socios de la restauración, en un cambio de fecha. La idea es que si te premian, puedes lucirlo en tu establecimiento. Es algo que estamos valorando y quizás apliquemos antes del verano. Creemos que con el cambio de fecha quienes participan lo harán con más energía y más alegría. Este año contaremos con un jurado profesional para puntuar las tapas que no se centran en ningún producto o elaboración concreta, así como el jurado popular. La ruta comienza este 4 de octubre y concluye el 13 de este mismo mes.

 

¿Ya pensáis en las Navidades?

Sí, ya están los niños con los polvorones (risas). Sí, ya nos enfocamos a esa campaña aunque antes celebraremos la Jornadas de Puertas Abiertas que se celebrará, al igual que en ediciones anteriores, en el Polígono Industrial con el objetivo de dar a conocer todas las empresas. Se celebrará en noviembre y vamos a hablar con los centros educativos para que acudan los escolares y sepan todo lo que hacemos en Conil, mientras que los mayores también podemos descubrir todo lo que tenemos en nuestro pueblo. Lo dicho, no paramos.

 

Poco a poco se está logrando acabar con la estacionalidad del turismo de solo y playa, del verano, alargando las temporadas y completando un calendario a lo largo de todo el año, ¿no?

Sí, se está consiguiendo pero aún queda mucho por hacer. Por ejemplo, otros años hemos llegado a mitad de noviembre con turistas y este año ya hay un bajón que se acentuará a mediados de este mes. No sé a qué se debe, quizás a la falta de vuelos… algo ha ocurrido. Eso sí, no hace mucho tiempo cuando llegaba la Feria de Conil, el 8 de septiembre, había que recogerse… ahora llegamos a finales de octubre con capacidad.

 

Hablando de vuelos, el transporte sigue siendo un lastre…

Es un desastre. Estamos perdidos. Primero, hay pocos vuelos al aeropuerto de Jerez. Luego, cuando llegas a Jerez para venir a Conil o alquilas un coche o pillas un taxi… Y si te da la ‘neura’ por coger el tren tienes que ir de Jerez a San Fernando… y ¿allí qué haces? Como cojas un autobús para llegar a Conil cuando te das cuentas ya has gastado los días de vacaciones en el trayecto. Es una desesperación.

 

Antes de la entrevista, mientras tomábamos un café, me he fijado en que una clienta que se marchaba, tras cargar las maletas, se ha vuelto para despedirse de usted de forma muy cercana… ¿eso es lo que distingue a Conil de otros destinos turísticos?

Exacto, eso que no nos lo quiten. Es nuestra idiosincrasia, es el trato humano, la cercanía… que el turista viva en el pueblo y con la gente del pueblo. Nosotros abrimos en 2003 y esa pareja que has visto solo ha faltado un año, el de la pandemia porque él es médico. Ellos son alemanes y para nosotros son familia. Este establecimiento cuenta con más de un sesenta por ciento de fidelidad entre los clientes. Tenemos los clientes de mayo, de junio, de julio, de agosto, de septiembre… y existe una sinergia y se mantiene el contacto… es como una familia que no para de crecer. Eso es lo bonito de este trabajo y es lo que atrae de Conil. En este pueblo si te sientas en un banco del parque llega el abuelito y te cuenta mil historias. Conil es cercanía… Somos muy afectuosos y hospitalarios… Y el turismo que viene busca esa sensación.

 

¿Qué tal lleva el  cargo de presidenta de la AEC?

Pues esa mochila pesa (risas). Lo llevo bien, con muchas ganas de hacer cosas y con muchísima ilusión. Trato de aportar lo que buenamente pueda porque por falta de esfuerzo y de trabajo por mi parte no va a ser. Ilusión y ganas tampoco me faltan. Lo que quiero es no defraudar a mis socios y espero que así sea. Cada día somos más los asociados, lo que es un indicativo de que la gente está contenta con la asociación.

 

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