El toro ‘Avispado’ se rechazó en El Puerto, junto a toda la corrida de Sayalero y Bandrés, en un mano a mano anunciado entre Galloso y Tomás Campuzano
El Club Taurino ‘El Rabo’, acogió la noche del pasado viernes la presentación del libro ‘La última tarde de Paquirri’, escrito por Emilio Gómez (periodista, director de Cope Pozoblanco y de la productora audiovisual Comunicación Norte), en el que explica, a la perfección, la trágica tarde del 26 de septiembre de 1984, en la que el maestro perdió la vida en las astas del toro ‘Avispado’ en la plaza de toros de Pozoblanco.
El libro está escrito desde la perspectiva del autor, ya que él ocupaba, junto a su padre, una localidad en la ‘abarrotada’ plaza de toros que aquel día colgó el taurino ‘no hay billetes’ en sus taquillas.
Jesús Domínguez fue el encargado de dar la bienvenida a los asistentes por parte de la entidad taurina y a la vez recordó la figura de Rafael Gómez Ojeda (+29 de mayo 2024), a quien se le homenajeó con una poesía de su admirado Rafael Alberti.
A continuación, tomó la palabra Sergio Pérez, quien dirigió el acto, para dar a conocer el extenso currículo del escritor y periodista pozoalbense, y a la vez sintetizar lo que en el libro se recoge.
En el acto se contó con la inestimable presencia del matador de toros José Luis Galloso, y del subalterno Gregorio Cruz Vélez, que aquella tarde toreaba a las órdenes de ‘Paquirri’.
Gregorio dio un repaso por lo sucedido aquella tarde, estando de acuerdo con el escritor en todo lo que se recoge en el libro: el buen ambiente antes de la corrida en el Hotel ‘Los Godos’ entre la cuadrilla y el maestro, la gran expectación de la tarde, lo ‘bonita’ que era la corrida, el gran momento en que se encontraba el torero, el motivo de la cogida, el traslado hacia la enfermería, la serenidad del torero en la enfermería tratando de poner orden en el caos que en ella se formó, el traslado a Córdoba, etc.. Pero también afirmó que quizás se podría haber echo algo más por parte de los médicos (piensa que las venas y arterias no estaban bien pinzadas) para que llegase con vida a Córdoba, aunque afirmó que esto, por desgracia nunca se sabrá. Como anécdota discrepó de lo escrito en el libro de que la enfermería estaba abierta y por los nervios se rompió un cristal para poder acceder a ella, Gregorio afirmó que estaba cerrada y que por tanto hubo que abrirla de esa manera.
El maestro Galloso rememoró grandes momentos de amistad y rivalidad taurina con Paco. Torearon muchas tardes juntos, e incluso el diestro portuense estuvo contratado en primer momento por la empresa Canorea para actuar aquella fatídica tarde, pero luego se anunció a ‘El Soro’, cambiándole la fecha la empresa para torear en la sevillana Feria de San Miguel. El matador portuense afirmó que ‘Paquirri’ era un portento de facultades, y que nunca se dejaba ganar la pelea ni dentro ni fuera del ruedo. Afirmó que desde aquella tarde mejoraron las instalaciones de las enfermerías de las plazas y lamentó que no se hubiese llamado a un helicóptero para el traslado del herido hasta Córdoba. Como curiosidad el toro ‘Avispado’ se rechazó en El Puerto, junto a toda la corrida de Sayalero y Bandrés, en un mano a mano anunciado entre Galloso y Tomás Campuzano el 18 de agosto de 1984, un mes antes de que fuese lidiado en Pozoblanco.
Insto a los aficionados que compren y lean este libro que recoge aquella trágica tarde desde el punto de vista de un aficionado a los toros, dejando al descubierto muchas mentiras que la `prensa rosa´ publicó y los no aficionados recuerdan.