Cada cuál tiene su tapa o ración imprescindible en Valdepepe, uno de los bares con mejor calidad-precio de la provincia de Cádiz.
El steak tartar de añojo, las patatas aliñadas, el rabo de toro deshuesado, el hojaldre de langostinos y mejillones, el solomillo strogonoff, la albóndigas...
Hoy me referiré a las costillas de cerdo empanadas. No es posible encontrarlas actualmente en la carta, pero de vez en cuando podemos verlas anunciadas con tiza en una de las paredes del local.
Por suerte, Christian, el siempre eficaz camarero, ha estado rápido y al quite y ha dado el aviso a tiempo para que podamos disfrutarlas de nuevo.
Aunque guardan celosamente la receta, es fácil intuir que son costillas de cerdo blanco (las ibéricas tiene bastante más grasa) previamente cocidas, posiblemente en caldo, y posteriormente envueltas en un sutil empanado a base del pan rallado de toda la vida, nada de panko. El resultado es una deliciosa fritura crujiente y bien escurrida de aceite, en la que la carne se separa del hueso sin dificultad.
La salsa que baña el plato es la de las patatas bravas, con un toque picante muy apropiado.
Cuando las hay, que espero sea con más frecuencia, las sirven en tapa, media ración o ración completa.
Junto a las alitas de pollo, las costillas son de lo más adictivo de Valdepepe.
VALDEPEPE. Calle Paraíso, 3. Jerez, Cádiz.