La provincia de Cádiz se convirtió esta semana en epicentro de la alta cocina y la tradición cinegética con las II Jornadas Gastronómicas de Cocina de Caza de ‘La Breña’. Este evento reunió a algunos de los cocineros más destacados a nivel nacional, quienes encontraron en la Hacienda Montenmedio, ubicada en un entorno natural privilegiado, el espacio perfecto para ensalzar el valor de la carne de caza. Organizadas por la Sociedad de Cazadores ‘El Cartucho’ de Barbate, en colaboración con la Diputación de Cádiz y la Federación Andaluza de Caza, estas jornadas buscaron reivindicar un producto que no solo es parte de la biodiversidad gaditana, sino también de su identidad gastronómica.
Durante el encuentro, destacados chefs de la gastronomía nacional ofrecieron demostraciones culinarias y prepararon un menú que conjugaba tradición y modernidad, fusionando recetas de siempre con técnicas vanguardistas. Juan Viu, del Restaurante Mare (Cádiz), Sergio Lavedán, del Restaurante Lavedán (Huesca), y David Montes, del Restaurante La Campana (Llanera, Asturias), fueron algunos de los grandes protagonistas. Con carnes de paloma, gamo, jabalí, corzo, becada y perdiz, estos maestros de la cocina exploraron el concepto de ‘Entorno, caza y sostenibilidad’ para crear platos que respetan el producto y el entorno de donde proviene, y que ponen en valor la calidad de la carne de caza como un recurso gastronómico de primer nivel.
Aunque la provincia de Cádiz es internacionalmente conocida por sus productos del mar y vinos, el sector cinegético y la carne de caza son menos conocidos, pero de gran valor. Este evento buscó precisamente dar a conocer la riqueza cinegética de la región, que cuenta con unas condiciones únicas para la caza y una amplia diversidad de especies. El alcalde de Barbate, Miguel Molina, junto con José Manuel Fiero, presidente de la Sociedad de Cazadores ‘El Cartucho’; Luis Fernando Villanueva, director-gerente de la Fundación Artemisan; José María Mancheño, presidente de la Federación Andaluza de Caza; y otros representantes de la Diputación de Cádiz y la Delegación de Sostenibilidad, asistieron a la inauguración. En sus discursos, destacaron el potencial de Cádiz como un referente en caza sostenible y un ejemplo de conservación del entorno natural a través de prácticas cinegéticas responsables.
Un producto nutritivo, ético y de proximidad
L a carne de caza en España es aún un recurso gastronómico poco explorado, pero cada vez más valorado. De hecho, se comercializan en el país un millón de piezas al año, y su consumo se relaciona con valores sostenibles y de cercanía, así como con un fuerte arraigo cultural en la España rural. Las jornadas de La Breña fueron una ocasión perfecta para mostrar a los asistentes que esta carne es un producto ético y saludable, de alta calidad nutricional y una gran versatilidad culinaria.
En este sentido, tanto la Fundación Artemisan como la Asociación Interprofesional de la Carne de Caza (Asiccaza) apoyaron la iniciativa, subrayando la importancia de impulsar y dar visibilidad a este tipo de carne más allá del sector de los cazadores. Según afirmaron, la carne de caza puede convertirse en un referente gastronómico y nutricional para todas las familias, cazadoras o no, destacando las cualidades únicas que la diferencian de otras carnes, como su bajo contenido en grasas y su carácter ecológico, ya que proviene de animales que han vivido en libertad y en su hábitat natural.
Además de las exhibiciones culinarias en vivo, el evento brindó a los asistentes la oportunidad de degustar los platos elaborados, lo que permitió conocer de cerca el sabor y la textura únicos de la carne de caza.
Este almuerzo, que fue el cierre de las jornadas, también ofreció a los comensales un espacio de intercambio directo con los chefs, quienes resolvieron dudas y ofrecieron recomendaciones sobre cómo cocinar esta carne en casa.
Las II Jornadas Gastronómicas de La Breña han sido mucho más que una celebración culinaria: han servido como un homenaje al vínculo entre tradición, cultura y sostenibilidad en la cocina de caza, y como una plataforma para difundir las bondades de un producto que representa una alternativa de alimentación responsable y de proximidad.
Con iniciativas como esta, la carne de caza se perfila como un recurso con el potencial de enriquecerse y diversificar la gastronomía andaluza, posicionándose como un tesoro culinario que merece un lugar destacado en la cocina moderna.